Fernando Alonso (Ferrari) es el único de los cuatro pilotos, junto al australiano Mark Webber (Red Bull), el alemán Sebastian Vettel (Renault) y el británico Lewis Hamilton (McLaren), que depende de sí mismo en el Gran Premio de Abu Dabi, con el que finalizará el campeonato del mundo más disputado en los 60 años de historia de la Fórmula Uno.
El español necesita terminar segundo el en caso de que la carrera la ganara Webber, o cuarto en el supuesto de que lo hiciera su compañero Vettel, para conseguir su tercer mundial en su primer año en la escudería italiana.
La superioridad que han mostrado durante toda la temporada los Red Bull ha ido acortándose poco a poco por Ferrari, que intentará en la sesión de clasificación interponerse entre los bólidos austríacos y, si no, tratar de adelantar a alguno en la salida.
En esta ocasión, Alonso marcará a sus adversarios sin correr riesgos innecesarios para culminar el trabajo que se inició a mediados de marzo en Bahrein.
Aunque en Red Bull descartan, al menos por sus declaraciones, las órdenes de equipo para favorecer al oceánico, el mejor situado a ocho puntos de Alonso, nadie duda de que, de puertas para adentro, se contemplará esa posibilidad.
Si Vettel dominara la prueba por delante de Webber, el ovetense debería permanecer tras el australiano para dificultar el que los dos primeros cambiaran de orden, algo que no se produciría hasta las dos o tres últimas vueltas de las 55 de que constará el Gran Premio.
Otra posibilidad es que el germano, al no poder conquistar el Mundial, dejara pasar no solo a su compañero, sino también al español, con lo que dejaría la victoria para el australiano y el título para el asturiano.
Mientras tanto, las posibilidades de Lewis Hamilton (Mclaren) son casi anecdóticas, ya que necesita ganar y que sus tres rivales no terminen entre los 10 primeros. Sin embargo, él puede decidir el título y convertirse en un aliado de Fernando Alonso.
Si finalmente el ovetense logra la corona, la prensa británica volverá a cargar contra Ferrari por las órdenes de equipo en Alemania, pero se olvidarán de que un británico, Charlie Whiting, director de carrera, privó al español de siete puntos en el Gran Premio de Europa en Valencia.
Whiting, tras el accidente de Webber, sacó a la pista el coche de seguridad tras el líder Vettel y por delante de Hamilton y Alonso. El inglés adelantó al ‘safety car’ y fue sancionaron un paso por los garajes que no le supuso ninguna perdida de posición, mientras que Alonso, que podía haber sido tercero, cayó hasta la octava plaza por respetar el reglamento.
