El tribunal encargado de juzgar a los 17 acusados del caso Nóos apeló a la presunción de inocencia de Manos Limpias después de que el abogado de Diego Torres, Manuel González Peeters, hubiera reclamado la expulsión del sindicato como acusación popular por “disfrazar”, a su juicio, “intereses de carácter privado amparándose en la defensa de intereses generales”. Una petición a la que se adhirieron el fiscal anticorrupción Pedro Horrach y varias de las defensas, entre ellas la de Iñaki Urdangarín, y a la que se opuso por el contrario el abogado de la Infanta Cristina a pesar de que Manos Limpias es la única acusación que ejerce acciones penales contra la exduquesa.
El aluvión de críticas hacia el papel de Manos Limpias llevó a la presidenta del tribunal, Samantha Romero, a exigir “rigor” puesto que “no hay una sentencia firme contra nadie” en el marco de las investigaciones de la Audiencia Nacional contra Ausbanc y el sindicato por presuntas extorsiones a entidades bancarias. “Hay que respetar el principio de presunción de inocencia”, apuntó. “A los juristas hay que exigirles rigor. Parece que lo importante no es lo que sucede en esta sala, y eso no se puede tolerar. No tenemos una sentencia firme contra nadie y la presunción de inocencia lo es para todos los ciudadanos”, incidió.
Por su parte, la abogada que representa al sindicato en este procedimiento judicial, Virginia López Negrete, en su turno de palabra, recalcó que su cliente, como entidad jurídica, “no está siendo investigado ni ha sido imputado”. “Tampoco hay ningún tipo de medida cautelar, y aún así esto no constituiría un motivo suficiente. La única forma de permitirlo sería la suspensión de la propia persona jurídica con la eliminación de los órganos de Manos Limpias, pero ésta está plenamente activa y con plena capacidad de seguir en este procedimiento”, remachó. Tal y como remarcó, es “perfectamente legítima la presencia de esta acusación aquí, a pesar de que muchos pretendan desacreditar la personación de Manos Limpias en numerosos casos”.
Durante su intervención, la presidenta respondió a las defensas que los hechos investigados por la AN son un acto “presuntamente ilícito del que no se ha dado traslado a esta sala. Si el principio de presunción de inocencia rige para los acusados de esta causa, rige todavía más en una investigación que aún está en estado embrionario y de la que no tenemos conocimiento”. Pese a esta advertencia, el abogado de Torres recriminó que se esté haciendo “un ejercicio proscrito de la acción popular”, basándose para su alegato en una sentencia del conocido como caso Maquillaje, en una de cuyas piezas fue expulsada la acusación popular, ejercida por ‘Democracia y Justicia’, que reclamaba la absolución de la expresidenta del Parlamento de Mallorca Maria Antònia Munar.
En ese sentido, la presidenta volvió a tomar la palabra para advertirle de que la pretensión del letrado “no está basado en un hecho objetivo”. “Interesa acotar su pretensión, lo que no puede hacer en base a un auto en el que se hace referencia a unos indicios”, apuntó.
El aval del sindicato
La abogada que ejerce la acusación popular en el caso Nóos en representación de Manos Limpias, Virginia López Negrete, subrayó que la entidad está personada en el proceso avalada “por siete magistrados que, por unanimidad, han hecho que estemos aquí”, con la Infanta Cristina en el banquillo en virtud de la sola acusación del sindicato contra la exduquesa. “No somos los locos de Manos Limpias”, espetó.
La letrada se pronunció en estos términos después de que la defensa de Diego Torres hubiera solicitado la expulsión de la entidad. Una petición a la que, sin adherirse expresamente, el fiscal anticorrupción Pedro Horrach mostró su apoyo “ante la posibilidad de que no se defiendan intereses generales”. En este sentido, Negrete aseveró que el hecho de que a ello “se una” el Ministerio Público “es parte de la esquizofrenia procesal que llevamos viviendo desde que la Infanta entró en el escenario”. “Ha sido siempre una defensa más”, manifestó la letrada, quien recriminó que la actitud del fiscal “dista mucho de las funciones que tiene encomendadas”.
