La sentencia del Constitucional sobre el Estatut amenaza con abrir una profunda grieta en el seno del socialismo central y periférico. Eso al menos parece desprenderse de la actitud que, tras conocer el dictamen, ha tomado el presidente de la Generalitat, José Montilla, que avanzó ayer, visiblemente contrariado por el fallo, que pedirá reunirse con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, para «rehacer» el acuerdo político que en 2006 posibilitó el texto, algo que también implicará «reforzar» el pacto constitucional con una lectura «inclusiva, abierta» de la ley fundamental.
Montilla le reclamará también el «cumplimiento del pacto estatutario» en su integridad, pese al revés de la decisión del alto tribunal sobre el autogobierno de Cataluña. En rueda de prensa tras el Consell Executiu, indicó que se lo trasladará en un encuentro que prevé mantener con Zapatero, una vez que haya analizado la sentencia a fondo.
Así, en los próximos días se estudiará con rigor y minuciosidad el fallo para precisar el alcance del recorte. Luego, se planteará al Estado la mejor manera para aplicar los puntos invalidados o enmendados por el TC.
A juicio de Montilla, pese al recorte, es posible aplicar plenamente el texto acordado en 2006 a través de un pacto entre Cataluña y el resto de España. Un pacto, que reconoció que está herido, aunque sigue totalmente vigente. Así, manifestó que hay que «rehacer» el acuerdo que posibilitó el Estatut, algo que implicará «reforzar» el pacto constitucional con una lectura «inclusiva, abierta» de la ley fundamental.
Ante el recorte, el president emplazó a no darlo todo por perdido, y confió en que Cataluña logre mantener todo el potencial de autogobierno que se desprende del documento. Por ello, apeló «voluntad política y determinación conjunta» de las instituciones para salvar el Estatut en su «integridad».
Según Montilla, este nuevo pacto permitiría también recuperar el espíritu que hizo posible la Constitución en 1978, frente a la «interpretación sesgada» predominante.
El dirigente del PSC abogó por una reacción «unitaria, serena, cívica y democrática, detrás de la Senyera, que es el símbolo unitario del pueblo de Cataluña», dejando claro que no será el Gobierno catalán quien convoque manifestaciones, sino que esta tarea corresponde a las formaciones políticas y a entidades cívicas.
Confirmó que él estará presente en cualquier protesta que tenga como propósito proclamar la «afirmación nacional y el salvamento del autogobierno», y que también debe servir para trasladar al resto de España la «indignación» colectiva que provoca la sentencia.
En cambio, descartó las respuestas al recorte que han planteado sus socios de ICV-EUiA y ERC: la convocatoria de una consulta. Montilla indicó que él es favorable a que se pongan sobre la mesa todas las iniciativas posibles para afrontar el recorte, siempre dentro del marco de la legalidad: «Yo no puedo convocar un referéndum». También aseguró que no habrá un adelanto de las elecciones autonómicas.
El TC dictaminó el lunes la inconstitucionalidad de 14 artículos del Estatut, que rebajan competencias de la Generalitat en materia de lengua, justicia y financiación, y sometió a interpretación otros 27. El contenido del fallo -tras casi cuatro años de deliberaciones- se conocerá en los próximos días.
