Segovia tendrá en su historial deportivo un nuevo atleta olímpico el año que viene. En efecto, Javier Guerra Polo volvió a hacer historia, esta vez en la maratón del Campeonato del Mundo de Atletismo de Pekín, donde consiguió hacerse con un billete directo a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, tras terminar la prueba en una excelente decimotercera posición parando el cronómetro en 2h16’59».
En su quinta participación maratoniana, el fondista segoviano mejoró en dos puestos su registro en el anterior Campeonato del Mundo celebrado en Moscú, donde alcanzó la decimoquinta posición.
Así pues, doble alegría para Guerra, cuyo gesto, -mezcla de satisfacción y sorpresa- al entrar en el estadio Olímpico pekinés fue como una liberación después de tantas horas de entrenamiento y de tanto esfuerzo y sacrificio que, finalmente, le han dado la llave para asegurar su presencia en Río el año que viene.
Para ello Guerra volvió a plantear una carrera inteligentísima, con la estrategia de ir «de menos a más», esa que tan bien le funciona. Y no iba a ser menos en Pekín, durante una mañana calurosa en la que se empezó con 21 grados a las siete y media de la mañana, y fue subiendo hasta los 25 a lo largo de la prueba. Todo ello con una humedad del 70%.
Ante estas circunstancias era imprescindible regular las fuerzas e hidratarse bien. De hecho, hubo varios abandonos, como el de Carles Castillejo, el otro español participante en la maratón. De esta manera, el segoviano supo suministrarse, esperando atrás en el grupo perseguidor, con la paciencia que le caracteriza. Mientras, en el grupo de cabeza, se iban sucediendo las escaramuzas sobre quién se encargaba de comandarlo. Un brasileño, un mongol, un corredor de Bahrein, los italianos Pertile y Meucci (campeón de Europa) y hasta un atleta de Lesotho. Todos ellos llegaron a ir encabezando la maratón durante más o menos tiempo.
Mientras, Guerra continuaba con su progresión, pasando de ser 39º al paso por el kilómetro 10; a ocupar la vigésima plaza en el kilómetro 30. Precisamente en este tramo de la maratón el grupo de delante se estiró hasta romperse, desperdigando a todos los atletas que lo componían. Detrás marchaban cómodos Guerra, el tanzano Simbu y el ruso Reunkov, un viejo conocido de Javier ya que fue quien le arrebató la medalla de bronce en el Europeo de Zúrich.
Ya iba quedando menos, y en torno al kilómetro35, y con los keniatas fuera de juego, tres hombres se perfilaron para ocupar el pódium, que finalmente fue ocupado por el eritreo Ghirmay Ghebreslassie (campeón del mundo, 2h12’28»), el etíope Yemane Tsegai (segundo, 2h13’07») y el ugandés Solomon Mungo Mutai (bronce, con 2h13’29»).
Mientras, Javier Guerra fue apretando el paso, recortando posiciones para acabar entrando en la meta del ‘Nido de Pájaro’ en la posición decimotercera.
Si el segoviano era supersticioso, tras la carrera de ayer dejaría de serlo, ya que el puesto número trece le va a sonar a gloria durante toda la vida. Río de Janeiro espera a Javi.
