«Hay posibilidades de que la regla de oro de freno al endeudamiento pueda adoptarse en enero. Si no es posible, se adoptará como muy tarde en marzo», ha señalado la canciller en rueda de prensa tras su primer encuentro del año con el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
Merkel ha insistido en que «la consolidación presupuestaria es un elemento esencial para el futuro de la eurozona». Pero ha aceptado que en la cumbre del 30 de enero se discutan medidas para impulsar el crecimiento, el empleo y la competitividad, aunque no ha concretado ninguna más allá de identificar qué países lo hacen mejor en materia de empleo para que sirvan de ejemplo y de utilizar de forma más eficaz los fondos europeos.
«Deseamos que los fondos europeos de los que disponemos aún se pongan muy rápidamente al servicio del crecimiento», ha dicho Merkel.
«Queremos a la vez finanzas públicas sólidas y crecimiento. Queremos relanzar el crecimiento. Queremos no sólo mantener la estabilidad del euro sino también una Europa fuerte, moderna y competitiva», ha insistido.
«Somos conscientes de que la prioridad hoy es el crecimiento, el empleo y la competitividad de nuestro continente. Vamos a adoptar iniciativas a nivel europeo sobre el empleo y la formación de los parados, sobre la utilización de los fondos europeos al servicio del crecimiento y sobre la convergencia fiscal», ha asegurado Sarkozy.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha explicado que espera que los Estados miembros lleguen a un acuerdo político este mes sobre el texto del nuevo Tratado Internacional coincidiendo con la cumbre informal del 30 de enero y ha adelantado que los líderes europeos discutirán también «la adecuación del tamaño» del fondo de rescate permanente «sin dilación».
