Una vieja locomotora recorrerá hoy el tramo entre Segovia y la Estación de El Espinar para festejar los 120 años de la puesta en servicio de la línea Villalba-Segovia, un hecho que representó la principal comunicación con la capital del reino desde la ciudad del Acueducto.
Hoy, con la puesta en marcha de la nueva línea de Alta Velocidad que comunica Segovia con Madrid en apenas media hora, surgen las dudas sobre su futuro. Si no fuera por la ausencia de frecuencias de horarios en los trenes de vanguardia que parten de la estación de Guiomar, y porque el de Villalba supone el único medio de comunicación para algunos pueblos de la sierra segoviana, la respuesta estaría clara.
La línea de Villalba sigue siendo básica en las infraestructuras segovianas. Muchos usuarios la utilizan como la mejor forma de llegar a la zona oeste de Madrid. Pero también la emplean, por equivocación, algunos turistas que piensan desplazarse a Segovia de forma más rápida que la que les imprime este tren de cercanías.
La línea de Villalba cuenta con vía doble, lo que permite que existan simultáneamente viajes de ida y vuelta. A pesar de ello, los convoyes no superan velocidades de unos 60 kilómetros por hora, de modo que realizar el trayecto entre Villalba y Segovia o viceversa requiere emplear en torno a dos horas. La sinuosidad del trazado y los numerosos túneles para salvar la Sierra de Guadarrama impiden darle más revoluciones.
Su trazado gemelo, el de la línea (Segovia-Medina) es coetáneo. Ha permanecido en servicio hasta hace una década pero ya se ha desmantelado por completo. Ha cumplido también 125 años, pero su futuro pasa por convertirse en una vía, pero verde, siempre que prospere el proyecto que se puso en marcha por parte de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles hace más de un lustro en colaboración con la Diputación y varios municipios.
En total, 20 localidades segovianas podrían beneficiarse de este nuevo sistema de transporte de ocio que utilizará el viejo trazado que fue utilizado por locomotoras de vapor primero, eléctricas después, y en sus últimos recorridos por máquinas de gasóleo que sólo movían cargas de cereales. En el futuro serán bicicletas los vehículos que permita viajar por este corredor ecológico.
Las dos viejas líneas férreas fueron el resultado de diferentes batallas políticas, administrativas y territoriales que se libraron hace casi siglo y medio. Ávila y Segovia requerían ser el destino de la línea que salía de Villlaba. Finalmente se decidió que siguiera por El Escorial hasta Ávila. Mientras, a Segovia se le prometió una línea secundaria hasta Medina del Campo. Ahora, con la línea de Alta Velocidad la historia ha hecho justicia y ha devuelto a Segovia un puesto cronológicamente anterior a Ávila, que también protestó por quedar en una segunda fase en las fases de conexión.
Pero por la provincia cruza otra línea de ferrocarril, también cada vez más en desuso. Se trata de la que comunica Madrid con Burgos, de forma paralela a la A-1. Sus estaciones y apeaderos han ido clausurándose. Ahora resulta imposible coger uno de estos trenes en la provincia. Es más, para viajar de Segovia a Burgos, resulta más cómo y rápido ir en Alta Velocidad desde la nueva estación a Valladolid, y desde allí a la capital burgalesa.
Hoy, 29 de marzo, la asociación cultural Plaza Mayor conmemora estos aniversarios con una escapada hasta la localidad de El Espinar. Los aficionados y amantes del ferrocarril podrán coger un billete, con un precio de 3,80euros, a las 10.55 horas de la estación de Segovia y sobre las 11.30 serán recibidos en la Estación de El Espinar por el alcalde de la localidad, David Rubio, y los sonidos de dulzainas y tambores con público vestido de gabarreros y otros trajes de la época. El tren regresará a Segovia a las 12:05 horas, y posteriormente se presentará una revista monográfica sobre esta infraestructura.
