La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya dictaminó ayer, por diez votos a favor y cuatro en contra, que la declaración unilateral de independencia de Kosovo de febrero de 2008 «no violó el derecho internacional».
Tras una hora y media de lectura, el presidente de la máxima instancia judicial de la ONU, Hisashi Owada, pronunció la esperada conclusión sobre la legalidad de la proclamación del que fuera territorio serbio, que, pese a no tener carácter vinculante, sí va a tener gran repercusión política.
Según el tribunal, «no hay norma en el derecho internacional» que no permita las declaraciones de independencia, por lo que Pristina actuó conforme a ley al proclamar su autodeterminación. «La asamblea tenía poder para tomar decisiones que afectarán a su orden legal», aseguró Owada.
La CIJ añadió que la declaración del ex territorio serbio tampoco contravino la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, por la que se desplegaba una presencia internacional y un enviado especial para Kosovo. En el proceso que culminó ayer han participado tanto representantes del país implicado como una treintena de estados miembro de la ONU.
Por su parte, el presidente kosovar, Fatmir Sejdiu, se felicitó por la decisión del CIJ e instó a aquellos que todavía no han reconocido al Estado que dirige a que lo hagan. «Queremos que nos adopten, tan pronto como sea posible, como soberanos e independientes», aseveró Sedjiu en un comunicado, subrayando que la opinión de la CIJ deja claro que este caso «no representa un precedente para ningún otro en el mundo».
Hasta la fecha, 69 países han reconocido la independencia de la ex provincia serbia, aunque hay otros que siguen sin hacerlo, como España, Rusia, Grecia, Brasil o China.
Como era de esperar, la decisión no ha sentado nada bien en Serbia, que aún reclama el territorio de Kosovo como «el alma de la patria». Tras conocer el dictamen, su presidente, Boris Tadic, aseguró que su país nunca reconocerá la independencia de su ex provincia. «La decisión de la CIJ es dura para nosotros, y eso hay que decirlo de forma abierta a nuestro público», reconoció el dirigente.
Por contra, el fallo del principal órgano judicial de la ONU fue celebrado por Estados Unidos, por la mayor parte de los estados miembro de la Unión Europea y también por sus instituciones.
la otan se queda. Por su parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, aseguró que la alianza defensiva continuará garantizando, «de manera imparcial», la seguridad «en el conjunto de Kosovo» conforme al mandato recibido de la ONU.
En reacción al dictamen hecho público ayer, Rasmussen indicó que la opinión del tribunal «no cambia en nada el mandato de la KFOR», la fuerza internacional que garantiza desde junio de 1999 la estabilidad en el citado territorio.
La OTAN dirige actualmente en la región una fuerza multinacional compuesta por 9.900 efectivos de 31 países (24 miembros y 7 no miembros de la organización).
Su presencia se basa en la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada tras la campaña de bombardeos que la Alianza llevó a cabo para expulsar del territorio a las fuerzas serbias y frenar la limpieza étnica que se estaba cometiendo contra los albano-kosovares.
