Esperanza Herranz pasó toda su infancia en la villa de Cuéllar y lo define como “un pueblo mágico”; así, en la fotografía de esta exposición plasma todas sus emociones de la niñez. Los lugares más emblemáticos de la localidad se observan desde una perspectiva diferente, en blanco y negro, y buscando “que no sean las típicas fotos”, como ella misma manifiesta. El Castillo, la iglesia de San Esteban y otros monumentos se disponen en el hall de la sala cultural ‘Alfonsa de la Torre’ hasta el 2 de enero.
La fotógrafa profesional ha jugado con la luz para realizar sus obras; experta ya en mostrar sus fotografías, para esta ha escogido las cuarenta más representativas. “Me hubiera gustado exponer también algunas de casas y calles en ruinas, porque aunque es triste su estado, tienen mucho encanto”, asegura. No obstante, ha querido enseñar el lado monumental y artístico más afable de Cuéllar.
La muestra puede visitarse en horario de actividades de la sala, que en este periodo de vacaciones navideñas es muy amplio; por ello, no se puede perder la oportunidad de contemplar la noble villa bajo un flitro en blanco y negro.
