La noticia cayó como una bomba y por unas horas cundió el pánico. Pasado el mediodía, la agencia lituana antidopaje desveló que de los 76 controles que se realizaron durante el pasado Eurobasket, dos de ellos, correspondientes a un español y a un macedonio, presentaban ciertas anomalías.
Primero se filtró que dos jugadores habían dado positivo. A renglón seguido anunciaron que se trataba de unos niveles inusuales de testosterona, según confirmó Eve Stanikuniens, directora de la agencia báltica, pero horas después, FIBA Europa dio carpetazo al asunto argumentando que no hubo nada de nada.
El organismo continental emitió un comunicado en el que «rechazó» las informaciones aparecidas en varios medios lituanos. «Rechazamos las especulaciones de los medios en las que se afirman que dos jugadores que participaron en el Eurobasket disputado en Lituania dieran positivo en un control. FIBA Europa hace hincapié en que esas informaciones carecen de fundamento».
En la nota oficial, FIBA Europa reiteró, que de haberse dado algún positivo, «habrían sido los primeros en ser informados», destacando que el torneo fue «uno de los más limpios en la historia del baloncesto», sentenció.
Antes del desmentido oficial, el presidente de la Federación Española, José Luis Sáez, reveló en su cuenta de twitter que, nada más conocer el asunto, se puso en contacto con el italiano Nar Zanolín, secretario general de FIBA Europa, y que le había dicho «que no tenía ningún conocimiento de tales anomalías».
«He hablado con el secretario general del organismo y me comenta que no sabe nada del asunto, y ellos son los primeros en enterarse de estos temas», escribió.
La AAL realizó 76 análisis antidopaje durante las más de dos semanas que duró el Eurobasket, en el que España se proclamó campeona por segunda vez consecutiva, tras el triunfo en 2009 en Polonia, mientras que Macedonia fue el equipo revelación al acabar en la cuarta posición.
