Segovia recibió el nuevo año 2010 con una Nochevieja tranquila, en la que no se registraron incidentes. Después de que las campanadas del reloj de la Puerta del Sol saludaran la llegada del nuevo año, jóvenes vestidos con sus mejores galas subieron por la calle Real hasta la Plaza Mayor para iniciar la primera gran fiesta de 2010. Muchos segovianos se dieron cita también en el Azoguejo para empezar desde allí la larga noche por los establecimientos de ocio de la ciudad.
Los segovianos optaron mayoritariamente por la oferta de bares y discotecas. Un año más muchos jóvenes decidieron disfrutar de la noche con los tradicionales “bonocopas” que ofrecen las distintas zonas de bares de la ciudad, con precios que oscilaron entre los 25 y 30 euros, y que permiten cambiar de ambiente. Otro eligieron cerrar el año con su propia fiesta en el típico “botellón”, aunque las bajas temperaturas que se registraron en la Nochevieja y la amenaza de la lluvia, invitaban más a participar de la fiesta en locales cerrados.
En algunos hoteles, el tradicional “cotillón” congregó a centenares de personas que disfrutaron de una agradable velada hasta altas horas de la madrugada. Y, otros segovianos, optaron por celebrar la Nochevieja en familia, en sus hogares.
Sea por la tan comentada crisis económica, o por el frío o la lluvia, este año los establecimientos estuvieron concurridos, pero en muchos bares no se produjeron los típicos apretones de otras Nocheviejas, y los que salieron a la calle a recibir el nuevo año se repartieron por todos los locales.
El tono general de las celebraciones festivas se caracterizó por la tranquilidad, y según informaron fuentes de la Policía Local de Segovia, esta Nochevieja no se registraron incidentes. En los servicios de urgencias del Hospital General también se vivió una noche tranquila, como no se recordaba desde hacía unos cuantos años.
Para el regreso a casa después de la juerga muchos segovianos optaron por el transporte público, desplazándose en el “búho” o bien en taxis. En la mañana de ayer otros decidieron regresar a sus domicilios en la línea 4 de los urbanos de Segovia, que empezó a efectuar sus servicios como el resto de jornadas, a las 7,55 horas.
Los excesos, principalmente alimenticios, de la última noche del año, pasaron factura ayer a numerosos segovianos. Así, la farmacia de guardia atendió a varias personas que demandaban, en su mayoría, medicamentos para molestias estomacales.
