El barrio de San José y la zona alta de El Palo-Mirasierra volvieron ayer a convertirse por unas horas en la Judea del siglo I, para que los vecinos y integrantes de la Cofradía de la Piedad, así como feligreses de la parroquia de este popular barrio, representasen un Vía Crucis que año tras año consigue acaparar la atención de decenas de segovianos. Con una ambientación que recrea los personajes y lugares de la Pasión de Cristo, la iglesia, las calles y parajes de esta zona sirven para relatar la entrada de Jesús en Jerusalén, la Última Cena, la Oración en el Huerto de los Olivos, el Prendimiento —fotografía de la izquierda—, el Lavatorio, las Tres Caídas, la Crucifixión, el Descendimiento, La Piedad, Sepultura de Jesús y la Resurrección, con acompañamiento musical de la banda de cornetas y tambores. / Fotos: Kamarero
