Desde hace 23 años, el último fin de semana de agosto viene marcado en la agenda del fotógrafo Juan Martín Misis como cita obligada con los encierros de Cuéllar, cuyas imágenes han ilustrado, junto a las de Gabriel Gómez, las informaciones de este tradicional espectáculo taurino en EL ADELANTADO DE SEGOVIA. Sin lugar a dudas, las fiestas de 2012 tendrán un apartado especial en la memoria del informador gráfico segoviano, que se convirtió en testigo de excepción de uno de los momentos más peligrosos del quinto y último encierro de las fiestas cuellaranas. Las imágenes de Castilla y León TV en las que uno de los toros que se escaparon del grupo a la entrada del recorrido urbano embiste contra la talanquera de madera instalada en la zona de «el embudo» dejan bien claro el riesgo que en ocasiones los fotógrafos asumen para buscar imágenes distintas en espectáculos de esta índole.
«Llegué con tiempo al embudo y tuve la suerte de que minutos antes de la llegada de los toros, el lugar en el que me subí le había dejado un chaval, por lo que opté por quedarme allí, a la espera de que las reses bajaran a la carrera para entrar a las calles de Cuéllar«. El comportamiento errático y peligroso de los astados durante el último tramo del recorrido por el campo hizo que uno de los toros entrara al embudo por la parte contraria a la talanquera, y decidiera incorporarse de nuevo al recorrido embistiendo a todos aquellos que se situaban en esta zona. «Fueron unos minutos de cierta confusión, en los que yo no me di cuenta de lo que pasaba a mi alrededor, porque mi único objetivo era tomar fotografías -explica Martín-, pero lo que no he olvidado es que ví al toro pasar debajo de mi, y fue una extraña sensación».
El toro llegó incluso a golpear el palo al que se había subido el fotógrafo, que tuvo que agarrarse fuertemente para evitar caerse al suelo, pero una vez recobrado el equilibrio, Martín Misis continuó con su trabajo, consciente de encontrarse en el epicentro de la noticia.
Las imágenes del encierro de ayer fueron profusamente comentadas en redes sociales, donde todos los comentarios coinciden en valorar el temple del fotógrafo segoviano, aunque Juan Martín asegura que su actitud «es la que cualquier profesional hubiera tenido en ese momento». «No tuve la sensación de peligro hasta minutos después de haber acabado el encierro -explicó- y sobre todo al ver las imágenes de la televisión, que si que me impresionaron un poco, pero creo que hay más peligro al andar en moto todo el día por las calles de Segovia».
