Un policía español falleció en el atentado de los talibán próximo a la Embajada de España en Kabul, mientras que el resto del personal de la legación diplomática fue “liberado” y se encuentra bien.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, confirmó ayer antes de dar comienzo a un mitin electoral en Orihuela (Alicante) que la Embajada española no era el objetivo del atentado, en el que en un principio se informó de un español herido. “Todos, cualquier país occidental, podemos ser objetivo de un ataque terrorista, pero esta vez no ha sido así. No era un ataque contra nosotros, sino contra una casa de huéspedes próxima”, dijo Rajoy.
Sin embargo, para cuando terminó el acto, el Gobierno tuvo constancia del fallecimiento deIsidro Gabino San Martín Hernández, de 48 años, natural del municipio leonés de La Bañeza, casado y con cuatro hijos.
Los talibán ya habían reivindicado el ataque —que dejó al menos otros dos muertos y una decena de heridos— y confirmaron que iba dirigido contra la casa de huéspedes, la cual se encuentra junto a la Embajada española.
El atentado se produjo alrededor de las 15 horas (hora española), cuando un coche bomba hizo explosión en los aledaños de la Embajada española en Afganistán, informaron las autoridades del país. Sin embargo, el atentado iba dirigido contra la casa de huéspedes, próxima a la legación española, tal y como reivindicaron los terroristas.
Este tipo de ataques contra alojamientos es habitual, ya que los rebeldes intentan asesinar a ciudadanos extranjeros, muchos pertenecientes a fuerzas de seguridad o servicios diplomáticos, que se suelen alojar en ellas, ya que se encuentran dentro de la llamada zona de seguridad de Kabul.
Dentro de la casa de huéspedes no había nadie y los terroristas, tras hacer explotar el coche bomba entraron en la embajada española con facilidad debido a que la explosión hizo saltar por los aires el portón de entrada por el que entran habitualmente los vehículos. Esta sede diplomática no tiene ningún símbolo externo que la identifique con un edificio oficial correspondiente a un país extranjero.
La explosión provocó primero heridas y después la muerte del mencionado agente de policía que se encontraba guardando la puerta. Además fallecieron otros dos agentes afganos que hacían labores de seguridad en el perímetro de la embajada.
Dentro del complejo diplomático había aproximadamente unas 10 personas, entre personal español y afgano que, tras el asalto, se refugiaron en un búnker preparado para guarecerse y la azotea de uno de los edificios que componen las instalaciones españolas.
En relación al agente fallecido, en un principio se supo que estaba herido porque en el momento del asalto lo vieron tendido en el suelo sin moverse, aunque no pudieron acercarse a él debido que se produjo un tiroteo en la zona.
Una vez remitieron las balas pudieron acceder a él y comprobaron que estaba con vida, pero con heridas en una pierna y un costado. Acto seguido le evacuaron en dirección a un centro médico y al llegar al lugar para ser atendido, falleció.
Tanto Fuerzas Americanas como de la Policía afgana, entraron en la embajada abatiendo a los talibán que había dentro, falleciendo al parecer tres de ellos, cuatro horas después de que entraran en el edificio. En la zona en la que se halla la embajada española es habitual la presencia de estas fuerzas norteamericanas.
No obstante, el titular de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, precisó que la operación continuaba abierta, al cierre de esta edición, dado que en uno de los edificios del recinto en el que se ubica la embajada permanecen aún a la espera de ser evacuados por las Fuerzas de Seguridad un total de cuatro españoles y un afgano.
El primero, en el que había cuatro españoles y dos afganos, fue “limpiado y evacuado”, mientras que el segundo, en el que había cuatro españoles y un afgano, se encontraba en proceso de “limpieza”.
El jefe de la diplomacia española indicó que no tiene constancia de que haya más heridos a consecuencia del ataque, pero que no podrá confirmarlo con total seguridad “hasta que la limpieza total se produzca” y las personas que hay en el interior del edificio salgan.
Margallo aseguró que las medidas de que disponen tanto estos efectivos como la Embajada ya son “máximas” y que son las que se consideraron “oportunas” y las que los países aliados les pidieron.
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, anunció ayer mismo, antes del atentado, que las conversaciones de paz con los talibán se reanudarán en las próximas semanas, después de que éstas quedaran suspendidas en el pasado mes de julio.
El anuncio de Ghanise produjo con motivo del encuentro mantenido por éste durante la última semana con el primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, con quien dijo haber acordado acabar con los grupos insurgentes que insisten en la vía violenta.
