Una estudiante de 16 años murió ayer y otras nueve resultaron heridas al explotar una bomba en una escuela de moda situada en la ciudad costera italiana de Brindisi. Aunque en un principio se había informado del fallecimiento de dos jóvenes, posteriormente fuentes oficiales confirmaron que, por el momento, solo hay una víctima mortal. Mientras, otras nueve heridas fueron trasladadas a diversos centros hospitalarios, algunas de ellas con graves quemaduras.
Según confirmó la directora del instituto Morvillo Falcone, el artefacto explotó en un contenedor de basura situado frente al centro de formación profesional en el que, además de los estudios de diseño, se imparten clases de turismo y pedagogía social. Al parecer, la deflagración tuvo lugar a las 07:45 horas y fue activada por control remoto. «Claramente, quien quiera que llevó a cabo el ataque había considerado que podía causar una masacre», aseveró el jefe de Policía Antonio Manganelli.
La bomba, integrada por tres cilindros de gas, estalló justo cuando los estudiantes, la mayoría chicas, entraban a clase. De momento, los investigadores no descartan ninguna hipótesis y los colegios de la ciudad han sido evacuados.
El instituto donde ocurrieron los hechos, cuya autoría no ha sido reivindicada, lleva el nombre de Francesca Morvillo Falcone, esposa de Giovanni Falcone, un juez famoso por su trabajo en la persecución de la mafia. Ambos fueron asesinados en Sicilia el 23 de mayo de 1992, fecha de la que ahora se cumplen 20 años, por ello, algunas fuentes apuntaron a este grupo criminal como posible autor del crimen. Sin embargo, el jefe de Policía se mostró cauto a la hora de relacionar ambas cosas. «Ni siquiera la mafia ha llegado tan lejos», desveló. Asimismo, Manfanelli manifestó que es «muy poco probable» que tras el atentado se esconda un «crimen pasional» relacionado con la vida personal de alguno de los estudiantes.
Por su parte, el presidente italiano, Giorgio Napolitano, habló de un acto de barbarie al referirse a lo ocurrido. No obstante, el pasado jueves, el Gobierno aprobó un plan antiterrorista y elevó las medidas de seguridad vigentes.
