El Real Madrid consiguió ayer en el Palau Sant Jordi su 23 Copa del Rey en un gran partido en el que doblegó al Barça aprovechando al límite sus armas, una velocidad endiablada y una defensa al límite ante un rival que intentó reaccionar, pero que se vio incapaz.
Los blancos se tomaron la mejor revancha posible destronando al vigente campeón en su casa. El ritmo frenético que imprimieron al inicio hizo que pusieran el duelo en su guión deseado, corriendo en ataque y aprovechando su mayor movilidad . Les salió bien la jugada y no permitieron que el adversario estuviera cómodo en ningún momento, ni siquiera cuando los hombres de Xavi Pascual reaccionaron para ponerse a un punto en el tercer cuarto.
No fue el día de los catalanes, abrumados por el acierto exterior del Real Madrid. Genial Sergio Llull en la dirección, con un punto para cada número de su dorsal (23). Esta vez no fue suficiente para los blaugranas la inspiración de Lorbek, demasiado solo en ataque, pese al gran partido de Ndong (máximo anotador, con 19) y la mejor aportación de Navarro, si bien desde el tiro libre.
Laso movió bien el banquillo, puso a Llull a defender a Navarro e innovó con Carroll en muchas fases del partido. El norteamericano respondió, y entre todos los blancos desquiciaron a un Barça para nada acostumbrado a verse tan abajo en el marcador y, sobre todo, a remontar para volver a caer.
Y es que tras un buen esfuerzo por cerrar líneas atrás e impedir los tiros cómodos que encontraban con demasiada felicidad los madrileños, con una notable mejora de Ndong en ambos lados de la pista, los blaugranas fueron comiendo punto a punto la diferencia en el electrónico hasta el 51-52, pero pagaron el esfuerzo.
De estar dentro a quedar prácticamente fuera, la moral de los ‘culés’ se vino abajo mientras que los blancos sufrieron el efecto contrario. Lejos de saberse ganadores, estuvieron centrados en el duelo y evitaron que los blaugranas enlazaran alguna jugada que les permitiera creer en sus opciones.
Gracias a ello la diferencia fue subiendo, llegando a los 17 puntos al inicio de un último cuarto en el que el Madrid mostró su mejor versión y el Barça la peor, por lo menos, en lo que va de temporada.
No hubo récords para el Barça, solo desolación, más que la derrota, por no poder batallar en la pista a un oponente que consiguió la más dulce de las revanchas. Con la victoria en la ACB y la de ayer, el Madrid parece haber encontrado la vía hacia el triunfo, la ‘criptonita’ ante un Barça que les había derrotado hasta entonces.
