“En el segundo semestre de 2015 vimos que había comportamientos incorrectos en lo que a residuos se refiere y pusimos en marcha la figura del Educador de Calle”, explicó ayer el concejal de Medio Ambiente, Jesús García, como paso previo a la presentación del balance de esta iniciativa.
Y es que, aunque el objetivo del Educador de Calle no es imponer sanciones, sí que se han abierto desde su entrada en funcionamiento 80 expedientes sancionadores, ficticios, eso sí, aclaró García, con multas falsas para concienciar a los diferentes colectivos sobre la importancia de deshacerse correctamente de los residuos.
Y es que el objetivo de esta iniciativa es, por una parte, analizar el comportamiento de ciudadanos, hosteleros y empresarios a la hora de tirar la basura en los diferentes puntos de recogida de la misma; y, por otra, solucionar las dudas y problemas y educar activamente a dichos colectivos, explicándoles todo lo relativo al correcto depósito de los residuos de acuerdo con lo que dicta la Ordenanza Municipal.
Así, desde que empezó a trabajar el Educador de Calle, en julio del pasado año, ha hecho un seguimiento en distintas partes de la ciudad de la entrega de los residuos. Se empezó en el casco amurallado, explicó el concejal del ramo, y luego se ampliaron las actuaciones a las calles comerciales José Zorrilla y Fernández Ladreda. Este año, anunció, se incentivarán en Obispo Quesada, al Paseo de Conde Sepúlveda y Ezequiel González, sin abandonar el resto de las zonas.
En sus visitas a establecimientos hosteleros y comercios, el Educador informa a los trabajadores de la separación correcta de los residuos, las formas de depósito en los contenedores, los horarios, etcétera. Asimismo, se pone a su disposición la llave necesaria para poder abrir los contenedores soterrados, de modo que se les facilite esta labor.
Señaló García que la iniciativa es bien acogida por hosteleros y comerciantes, aunque en algunos casos no se hace caso de las recomendaciones, por ello se han abierto ya 80 expedientes sancionadores ficticios. De hecho, en tres casos concretos, además de entregar el expediente informativo, se ha dado aviso a la Patrulla Verde para informar de establecimientos reincidentes que no han cambiado sus conductas erróneas a la hora de deshacerse de la basura, para que se inicie un verdadero expediente sancionador en su contra, dos de ellos por faltas graves —que pueden conllevar multas de entre 750 y 1.500 euros— y el otro por falta leve.
Sin embargo, “en líneas generales, el comportamiento de la ciudad es muy cívico en este sentido y la mejora ha sido sustancial”, reiteró García, “lo que nos anima a extender estas actuaciones a otras zonas de la ciudad”.
Así pues, el Educador de Calle seguirá situándose estratégicamente en lugares próximos a islas de contenedores y observando el comportamiento de comerciantes, hosteleros y particulares, para informarles, asesorarles y enseñarles la manera correcta de depositar los residuos, porque con la colaboración de todos, recalcó García, “tendremos una ciudad más limpia y bonita”, tanto para los segovianos como para los turistas.