Mientras EA, Alternatiba, la izquierda abertzale, LAB y otra quincena de colectivos preparan una multitudinaria manifestación de protesta para hoy en Bilbao, ayer continuó la resaca por el auto del pasado domingo del Tribunal Supremo que anula todas las candidaturas de Bildu. No le dio mucho tiempo al Gobierno para celebrar la fiesta con el PP, pues su único socio, el PNV, cumplió la amenaza hecha la pasada semana y anunció la ruptura de su colaboración con el Ejecutivo de Zapatero.
Así lo comunicó el presidente peneuvista, Íñigo Urkullu, en una nota que leyó, sin admitir preguntas. Esta práctica antiperiodística quizás se explicara por el vertiginoso zigzag efectuado por esta formación en los últimos meses a propósito de la legalización de la, a juicio del TS, marca de Batasuna. De hecho, el pasado sábado, Joseba Egibar condenó el «victimismo» de los proscritos, y al día siguiente, Markel Olano llamó «tramposos» a PP y PSOE.
En el texto, el partido jetzale considera de «extrema gravedad» el rechazo judicial a las listas de la coalición formada por EA, Alternatiba e «independientes» de la izquierda abertzale, y emplazó al Constitucional a que revoque el fallo del Supremo, después de que este grupo anunciará que presentará un recurso al alto tribunal, que tendrá que decidir antes de la medianoche del jueves, cuando comienza la campaña electoral.
Si el TC también falla contra la formación ilegal, ésta acudirá a Estrasburgo, donde pedirá la anulación de los comicios, aunque «la injusticia ya estará cometida», lamentó Pello Urizar, secretario general de EA, formación que, a juicio del consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, tenía que haber sido «más exigente» con su socio.
Amenazas al margen, la satisfacción dominaba tanto en La Moncloa como en Génova. Así se mostró el vicepresidente Rubalcaba, ya que Bildu no ha demostrado su «ruptura total» con el terrorismo. En los mismos términos se expresó el líder del PP, Mariano Rajoy, que calificó de «justa y necesaria» la decisión del TS para que una «marca de ETA» no se pueda presentar a las elecciones.
Si esto sucede, EA perderá nueve Alcaldías vascas y navarras, incluida Gernika, su bastión. De la misma forma, el PP sería la única fuerza política que se presentara en los pequeños municipios guipuzcoanos de Elduaien y Orexa, feudos tradicionales de la izquierda abertzale.
Todas estas hipótesis han sido soslayadas por el aviso del PNV. Rosa Díez (UPyD) dudó de su buena fe para con Bildu, y el portavoz de Interior del PP, Ignacio Cosidó, fue contundente: «El funcionamiento de nuestro Estado de Derecho debe estar por encima de cualquier interés político o partidista. El Gobierno ha tenido y tiene todo el apoyo del Partido Popular para impedir que los cómplices políticos de los terroristas estén en las elecciones».
