El magistrado ha pronunciado el panegírico en homenaje a Aniceto Marinas organizado por la Cofradía de Nuestra Señora la Soledad al Pie de la Cruz y el Santísimo Cristo en su Última Palabra del segoviano barrio de San Millán, que desde hace casi 80 años saca en procesión las dos imágenes que dan nombre a la cofradía esculpidas por el escultor segoviano a principios del siglo XX.
Desde el monumento que recuerda su figura, situado en los «Jardinillos de San Roque», el presidente del TSJCYL ha centrado su intervención en las dos imágenes religiosas que el escultor (Segovia, 1866-Madrid-1953) regaló a la cofradía de San Millán en 1931
El magistrado ha asegurado que Marinas «responde con su obra a la denominación egipcia del trabajo del escultor que era «el que mantiene vivo», porque con su trabajo mantuvo vivo el sentimiento de la cofradía que acompaña a sus imágenes».
Además, ha destacado la «vastísima obra» que llevó a cabo a lo largo de su dilatada carrera, con piezas de gran importancia como la estatua de Velázquez situada ante el Museo del Prado de Madrid, el Monumento a Daoiz y Velarde junto al Alcázar de Segovia o el altorrelieve dedicado a «Los Amantes de Teruel», situado en la estación de ferrocarril de la capital aragonesa.
Al concluir el acto, un representante de la Cofradía segoviana entrego al magistrado segoviano una reproducción de la medalla que lucen los cofrades del barrio segoviano, como recuerdo de su participacion en este acto, que viene realizándose tradicionalmente todos los domingos de Resurrección ante el monumento dedicado al escultor.