El Real Madrid venció ayer al Levante, logrando el segundo triunfo de la semana tras ganar al Galatasaray en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, para seguir intratable en el Santiago Bernabéu y coger carrerilla para afrontar con garantías la cita del próximo martes en Estambul.
Sin Cristiano, Özil, ni Di María, el conjunto blanco pensaba de reojo en la cita continental. Era tarde de rotaciones, el escaparate idóneo para los menos habituales. El encuentro comenzó con intercambio de golpes, con un ritmo vertiginoso donde los futbolistas locales llevaron la iniciativa a su antojo y los ‘granotas’ volcaron su juego en la contra.
Espeso y estático, el Levante sufría corriendo detrás del esférico ante un Madrid bravo e inconformista. Los blancos disfrutaron en su hábitat, en un escenario donde fueron los protagonistas a base de un fútbol directo y constante, aunque poco efectivo de cara a la portería contraria.
Superados los 25 de juego, los de Juan Ignacio Martínez no daban síntomas de recuperación, pero en una de sus escasas ocasiones, Míchel abrió el tarro de las esencias tras una contra veloz y un centro milimétrico de Pedro Ríos.
Por detrás en el marcador, el cuadro local se ‘enfadó’ y la alegría duro más bien poco a los valencianos. Xabi Alonso tiró de escuadra y cartabón para mandar una asistencia teledirigida para que Higuaín, con un remate espectacular, marcara el empate cinco minutos más tarde. En plena vorágine, un centro de Kaká al borde del área dio en Diop y el rebote en la mano de Chris. Clos Gómez decretó penalti y el brasileño lo transformó para firmar la remontaba ‘express’.
A cinco del descanso, los locales y los visitantes habían saboreado la decepción y el éxtasis. Cosas del fútbol, cosas de un Real Madrid que se crece ante la adversidad y es experto en voltear resultados en un respiro.
Tras el parón, Mourinho dio entrada a Cristiano para otorgar aún más intensidad al ataque blanco y para que el portugués no perdiese de vista al ‘Pichichi’ Messi. Los blancos siguieron con el tercero entre ceja y ceja. Higuaín, primero, y Benzema, después, avisaron a Munúa. Aunque las ocasiones se sucedían, faltó determinación a la hora de rematar.
Con el transcurso de los minutos, los ‘granotas’ perdieron fuelle por el esfuerzo físico al que le obligaron los locales. Di María y Ózil saltaron al césped del Santiago Bernabéu para dar aún más estabilidad y rigor al juego madridista. Con Cristiano en el campo, las jugadas cada vez eran más eléctricas. Sin embargo, en una nueva contra a punto estuvo el Levante de firmar las tablas pero Barkero remató muy alto.
Era el minuto 82 y, como siempre, apareció Cristiano para marcar su vigésimo noveno tanto en el torneo. Con el estadio en un frenesí de alegría y entusiasmo, llegó la triangulación de Di María, Cristiano y Özil que acabó con el gol del alemán y el cuarto de los blancos. Otro tanto, otro castigo para un Levante que ya había tirado la toalla y que recibió un golpe más por medio de Özil en el descuento.
