Los dos feriantes de Salamanca acusados de causar graves lesiones a otro en el recinto ferial de Segovia el 27 de junio de 2012 aceptaron ayer una pena de dos años de cárcel para cada uno, así como el pago de una indemnización de 60.000 euros a la víctima, que perdió la visión del ojo izquierdo a consecuencia de la agresión.
La defensa de los dos acusados, padre de hijo —E.L.B, de 56 años, y R.L.B., de 24—, alcanzó un acuerdo de conformidad con las acusaciones previa a la vista oral que ayer debía celebrarse en la Audiencia Provincial de Segovia.
Aunque, de inicio, el Ministerio Fiscal y la acusación particular pedían ocho años de cárcel para los dos agresores, finalmente aceptaron, como atenuantes, el alcoholismo del padre y una “lesión cerebral” sufrida durante la infancia por su hijo. De igual forma, el hecho de que los dos acusados reconocieran los hechos y mostraran su disposición a asumir las responsabilidades civiles derivadas de la agresión —de hecho, ya han pagado una parte de la indemnización— posibilitó el acuerdo de conformidad entre las dos partes.
Con este acuerdo, los acusados eludirán, previsiblemente, su ingreso en prisión, dado que ninguno tiene antecedentes penales, según reconoció el Ministerio Fiscal. Los acusados deberán permanecer alejados de su víctima, al tiempo que les está prohibida la comunicación con él.
Como se recordará, la agresión que sufrió J.M.M., de 56 años, se produjo en el recinto ferial de Segovia, a consecuencia del enfrentamiento entre los acusados y la víctima —pertenecientes a dos familias salmantinas de feriantes— por la instalación de un puesto en la feria de Piedrahita, en Ávila.
Según se explica en el sumario, J.M.M. se encontraba en un establecimiento hostelero propiedad de E.L.B., viendo un partido de fútbol, cuando se produjo la agresión, primero por parte del padre y, a continuación, del hijo. La víctima, que fue asistida en primera instancia por un camarero, quedó ingresado en el Hospital de Segovia, desde el que pasó al de Salamanca. En 2013, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) dio el visto bueno a su “incapacidad total” para el ejercicio de su profesión, justificando tal declaración con la pérdida de la visión por el ojo izquierdo.