El empleo es, sin lugar a dudas, una de las claves para la inserción social de cualquier colectivo; y tiene mucho más valor en aquellos con especiales dificultades para incorporarse al mercado laboral. En 1992, la asociación Apadefim quiso dar una vuelta de tuerca a su faceta asistencial e integradora orientada a las personas con discapacidad intelectual iniciando un proyecto ambicioso y arriesgado con la creación del Centro Especial de Empleo ‘Apadefim 2000’; que 23 años más tarde se ha consolidado como una de las referencias a nivel regional en materia de economía social. Así lo ha reconocido la Junta de Castilla y León, que en febrero de este año otorgaba el premio al Cooperativismo y Economía Social a la empresa radicada en Segovia.
En estas dos décadas largas de trabajo, la singladura no ha sido fácil. Mercedes González, directora de Apadefim 2000 subraya que en todo este tiempo la empresa no ha perdido su objetivo primordial, que no es otro que la integración laboral; pero sin descuidar la faceta empresarial de un negocio orientado a ofrecer el mejor servicio a sus clientes y unos resultados económicos cada año capaces de garantizar su permanencia.
Así, el centro ha ido diversificando su actividad centrándose en el sector de manipulados auxiliares de la industria, ofreciendo la posibilidad a las empresas la posibilidad de cumplir la cuota de reserva del dos por ciento a favor de trabajadores con discapacidad en recintos con más de 50 trabajadores a través de un contrato de prestación de servicios o bien a través de un ‘enclave laboral’ como medida de fomento al empleo de las personas con discapacidad.
Así lo han entendido muchas empresas que a lo largo de estos años han confiado y confían en Apadefim 2000 para muchos de sus proyectos. Actualmente Desarrollos Empresariales IGEL, Grudem, S.L. y el Parque y Centro de Mantenimiento de Sistemas Acorazados número 2 de Segovia confían buena parte de su producción en las manos de los 54 trabajadores del centro en sus recintos de La Lastrilla y el polígono industrial ‘Nicomedes García’ de Valverde del Majano.
Mercedes González explica que la actividad del centro se sostiene en distintas líneas de negocio, que van desde manipulados de plástico y cartón, material eléctrico, productos cosméticos, vidrio y embalaje de productos hasta tratamiento de documentación confidencial o más recientemente manipulados de cartón y retractilados.
El acuerdo alcanzado con IGEL, que vende y desarrolla la marca de ambientadores Ambientair, ha supuesto un importante salto cualitativo en la actividad del centro. Así, según los datos facilitados por la empresa, Apadefim 2000 ha llevado a cabo en los últimos tres años un total de 7,6 millones de unidades de los conocidos ambientadores para coche y ‘mikados’, con una media de producción de 2,5 millones de unidades.
La incorporación de trabajos de retractilado, termosellado y ‘flow pack’ ha obligado a la empresa a asumir la inversión de compra de la maquinaria específica para ofrecer este nuevo servicio que está teniendo una aceptable demanda y que se incorpora con previsiones optimistas a la actividad del centro especial de empleo.
Por lo que se refiere a la plantlla, el aumento de la carga de trabajo y la incorporación de nuevas líneas de negocio ha hecho posible un crecimiento exponencial del empleo, que ha pasado de los 24 trabajadores de los que disponía en 2010 a los 54 con los que cuenta este año, lo que ha supuesto un crecimiento del 129%. Mercedes González expresó la satisfacción del centro por conseguir no sólo consolidar sino aumentar la plantilla «en tiempos de crisis, donde el trabajo ha sido escaso». Además, destacó la versatilidad y la capacidad de adaptación de los trabajadores a los distintos retos laborales que se les marcan, lo que permite asumirlos «con totales garantías de éxito».
De la actual plantilla, el 90 por ciento tienen algún tipo de discapacidad, y 37 de los 55 trabajadores tienen discapacidad intelectual. Su trabajo está supervisado por los encargados de producción asignados a los distintos centros de trabajo, y cuentan con el apoyo de un profesional en habilidades adaptativas que les ayuda en cualquier tipo de dificultad que pueden tener en el desempeño de sus funciones.
La directora de Apadefim 2000 aseguró que tras el reto del aumento de la plantilla, el centro buscará su consolidación, para lo cual emprende nuevos proyectos como la recogida de aceite vegetal usado y el más reciente de recogida de ropa, para lo cual ha instalado ya cerca de una treintena de contenedores en toda la provincia.
González reconoce la dificultad de comibinar el aspecto social con el empresarial, y aseguró que el reto diario radica en equilibrar la integración con la viabilidad de la empresa. Por ello, señaló que las nuevas líneas de trabajo «intentamos que generen puestos de trabajo, aunque en un primer momento vemos si somos capaces de hacerlo con nuestra plantilla actual». «Procuramos tener una plantilla abierta y polivalente, capaz de aprender en poco tiempo una actividad completa, lo que nos permite reforzar en función de la actividad de nuestras distintas líneas, que puede ser o por temporadas o por días a través de la coordinación de nuestros distintos centros de trabajo», explicó.
Además destacó el alto grado de implicación de los trabajadores que «hacen suyo este proyecto porque es evidente que el empleo normalizado supone una integración plena en la sociedad».
