El Power Electronics Valencia tratará de salvar hoy el primer ‘match ball’ en contra en el cuarto partido de la serie de cuartos de final de la Euroliga, en el que se enfrentará a un Real Madrid crecido en el pabellón de la Fuente de San Luis.
El conjunto blanco se colocó 2-1 en la eliminatoria y si gana hoy lograría el pase a la ‘Final Four’ que se disputará en la Ciudad Condal. El equipo que entrena Emanuele Molin llega con la moral recuperada después del triunfo del pasado martes gracias a portentosa actuación del pívot D’or Fischer.
Mientras, el bloque levantino afronta el choque con ciertas dudas. Los hombres que entrena Svetislav Pesic dominaron el ritmo del último encuentro y el marcador hasta que bajaron la intensidad defensiva y apareció Fischer.
Además, el Power Electronics tiene que resurgir de la mano de jugadores como Rafa Martínez, Cook o De Colo en el juego exterior, ya que en el interior es complicado hacerle sombra al Real Madrid sin Claver y Augustine, que están lesionados.
Por su parte, el cuadro ‘merengue’ busca una victoria que le permita volver a meterse entre los cuatro mejores por primera vez desde 1996, un año después de que consiguiera su octava Copa de Europa en Zaragoza.
El equipo capitalino intentará finiquitar la serie para no tener que acudir al quinto encuentro que se jugaría en la Caja Mágica. Para ello, el entrenador italiano es consciente de que es necesario jugar como equipo y no esperar los momentos de inspiración de varios de sus jugadores como Suárez, Fischer o Llull.
Mientras tanto, el Barcelona afronta su partido más importante en lo que va de temporada en el complicado pabellón OAKA de Atenas frente al Panathinaikos, en el cuarto y decisivo encuentro de este igualado y atractivo ‘play-off’.
Si los azulgrana quieren seguir vivos en la competición, en la que defienden el título conquistado en París en 2010, no tienen otro camino que el que pasa por asaltar el infierno verde y forzar un quinto partido en el Palau, que dictaría la sentencia definitiva.
Para ello, Xavi Pascual deberá concienciar a sus hombres de que son capaces de ganar a domicilio a un adversario potente y que les ha puesto contra las cuerdas. Con la victoria del pasado martes, los de Zeljko Obradovic tienen ante sí la gran oportunidad para desquitarse de su mala actuación en la pasada Euroliga. Eliminar al vigente campeón sería la mejor forma posible de volver a la élite del baloncesto continental.
Por último, el Caja Laboral encara también otro compromiso decisivo en el Nokia Arena, feudo del Maccabi de Tel Aviv, donde está obligado a lograr la victoria para forzar el quinto y definitivo choque de los cuartos de final de la eliminatoria, que marcha con un 1-2 negativo para los intereses vascos.
El conjunto de Vitoria apelará a la épica para asaltar la hostil caldera hebrea, donde en el último envite recibió una paliza antológica (81-60) que ha puesto contra la espada y la pared a una plantilla extenuada y que solo dispone de ocho jugadores con garantías.
