La CIA intensificará sus operaciones en territorio sirio y suministrará información de su departamento de Inteligencia a las tropas rebeldes que combaten contra el Ejército de Bashar al Asad, según confirmaron ayer fuentes de la Administración estadounidense y exmiembros del Gobierno al diario norteamericano The Wall Street Journal.
Esta movimiento estratégico pretende contravenir el creciente protagonismo de las fuerzas islamistas, tales como el Frente al Nusra -considerado un grupo terrorista para Washington-, así como fortificar al bando rebelde, ante una eventual caída de Al Asad y un posterior fortalecimiento de la organización terrorista Al Qaeda en Siria.
De esta forma, la CIA busca expandir su rol en la guerra en Siria y ahondar en el apoyo que Estados Unidos brinda en el país a la oposición, un respaldo que, en la actualidad, ya incluye campos de entrenamiento en el uso de armamento y contraespionaje para los rebeldes y, en especial, para los grupos afines al Ejército Libre Sirio (ELS).
NEGATIVA DE OBAMA
Aunque la agencia de Inteligencia estadounidense no confirmó ni desmintió estas informaciones, el pasado año ya propuso al presidente de EEUU, Barack Obama, un plan para suministrar armas a los rebeldes no vinculados a los grupos islamistas, algo que el dirigente rechazó, y ha seguido haciéndolo, en reiteradas ocasiones.
No obstante, durante su visita al Cercano Oriente, el líder estadounidense mostró su temor a que los extremistas pudieran aprovechar un futuro vacío de poder en Siria. «Estoy muy preocupado por que Siria se pueda convertir en un enclave del extremismo, pues los extremistas crecen en el caos, en los vacíos de poder», aseveró en la rueda de prensa posterior a las conversaciones que mantuvo en Ammán con el rey de Jordania, Abdalá II.
A pesar de ello, la CIA ya envió a un grupo de agentes a Turquía para ayudar a los rebeldes a administrar las armas que reciben de Qatar, Arabia Saudí, entre otros socios árabes. De igual modo, la Casa Blanca también empleó a la CIA en anteriores ocasiones para labores de contraterrorismo en Irak, así como para detener el flujo masivo de futuros combatientes de Al Qaeda hacia Siria.
La información de Inteligencia que la agencia suministrará a los rebeldes se recogerá a través de los satélites y sistemas de vigilancia de EEUU focalizados en los movimientos de las tropas terrestres y aéreas sirias, en estrecha colaboración con las agencias de Inteligencia de Israel y Jordania.
