La final de la NBA vivirá esta noche un séptimo y definitivo partido (03,00 hora española) después de la agónica victoria de Miami Heat frente a San Antonio Spurs en el sexto episodio (103-100), que los vigentes campeones se llevaron en la prórroga de un duelo que parecían tener perdido hasta que apareció la muñeca salvadora de Ray Allen.
En un encuentro espectacular, los Spurs rozaron el quinto anillo de su historia a falta de tan solo 28 segundos para el final del tiempo reglamentario, cuando un tiro libre de Manu Ginobili dejó su ventaja en cinco puntos (89-94). El acierto desde el triple y dos rebotes ofensivos en el bando local, sumados al desacierto de los texanos, llevaron el partido a la prórroga, donde la franquicia de Florida llevó la batuta y no perdonó.
Primero fue LeBron James quien anotó un triple tres segundos después de fallar su anterior intento, poniendo el 92-94 a falta de 20 segundos. Kawhi Leonard pudo sentenciar desde la línea de tiros libres, pero erró en su primer intento (92-95) y dejó a los Heat la opción de empatar en la última posesión.
‘King James’ falló otra canasta, pero Chris Bosh capturó el rebote y la sacó en la esquina para Ray Allen, que embocó un tiro muy difícil para igualar el marcador (95-95) a falta de cinco segundos. Tony Parker no pudo anotar en la última posesión y fue el propio Allen quien liquidó el choque con cuatro puntos en el tiempo extra.
Fue una victoria basada en la fe, ya que el equipo de Florida fue por detrás la mayor parte del encuentro y encaró el último parcial 10 puntos abajo (65-75). Sin embargo, el buen hacer de LeBron James, autor de un gran ‘triple-doble’ (32 puntos, 11 asistencias y 10 rebotes), sostuvo a su equipo en los peores momentos antes de que Allen y Bosh remataran.
El resurgimiento de los Heat también se basó en la intensidad defensiva, especialmente sobre un espectacular Tim Duncan, que arrolló en la primera parte con 25 puntos. El pívot visitante solo pudo sumar cinco puntos en el resto, aunque eso no le impidió mantenerse como un martirio al rebote (17 capturas).
De esta forma, San Antonio desperdició su primer ‘match ball’ y deberá recuperarse a marchas forzadas del golpe psicológico. Por su parte, Miami afrontará el duelo con la motivación propia de un equipo ‘resucitado’ que puede revalidar corona ante su hinchada.
