La actividad del PP se va volviendo frenética, pues tiene muchos frentes abiertos: Sortu, Faisán, Mercasevilla… y los ERE andaluces. Así, el líder conservador, Mariano Rajoy, anunció ayer que llevará al Tribunal de Cuentas las irregularidades en las ayudas de la Junta a los expedientes para empresas en crisis, porque su partido quiere saber «lo que ha pasado y por qué no se quieren dar explicaciones» por parte del Ejecutivo regional. De todos modos, su grupo preguntará a Chaves, Salgado y Gómez en el Congreso y en el Senado sobre este turbio asunto.
Desde Sevilla, el dirigente popular lamentó la negativa del jefe de la Junta, José Antonio Griñán, a que se cree una comisión de investigación en el Parlamento sobre las ayudas irregulares. A su juicio, «es un abuso de poder y una burla», porque las mayorías en la Cámara «no se pueden usar para ocultar cosas que interesan a la gente, porque hablamos de su dinero, y eso es sagrado». «No se puede jugar con ello, y menos con el dinero dedicado a los fondos de empleo», indicó el político coruñés, quien añadió que es una falta de respeto «descomunal» a los andaluces «que pagan sus impuestos y que quieren que las políticas de empleo sean para eso y no para que se aprovechen unos con la connivencia del Gobierno» autonómico.
Seguidamente, el ex ministro del Interior se preguntó cómo se puede negar «a alguien que pregunta» por este asunto la creación de una comisión de investigación, porque es un caso en el que se destinaron casi 700 millones de euros: «La gente tiene derecho a saber» lo que ha ocurrido.
Por su parte, el jefe del PP-A, Javier Arenas, anunció que, mientras el PSOE siga enrocado, dedicará todas sus iniciativas a este asunto en los próximos plenos. El de los ERE es «un monumental escándalo», señaló, al tiempo que lamentó que se haya utilizado «el dinero de los parados» por parte de la Junta, «adulterando los fondos» y «buscando pensiones ilegales».
En su intervención, el ex titular de Trabajo recordó que la oposición del pasado jueves de Griñán es «igual» que la que mantiene el PSOE «los últimos 15 años», tiempo que lleva el Parlamento andaluz sin que se apruebe una iniciativa de este tipo, por lo que reiteró que su formación no va a permitir que no se analice en la Cámara regional.
Así, el político de Olvera (Cádiz) anunció que ha dado instrucciones a su grupo para que, «mientras no haya» un equipo de control sobre este asunto, las peticiones de comparecencias de los consejeros, interpelaciones, mociones y las proposiciones no de ley de los próximos plenos se dediquen a este asunto: «Vamos a convertir el Parlamento en una comisión investigadora».
Asimismo, Arenas advirtió de que en la comunidad andaluza hace falta un Gobierno con «austeridad» y que sea «humilde», ya que en el socialista actual «sobran kilos y kilos de soberbia».
Desde el PSOE se sucedieron, lógicamente, los ataques. De hecho, el portavoz en el Parlamento regional, Mario Jiménez, acusó al dirigente autonómico del bloque conservador de verter «10 mentiras en una semana». Por su parte, el consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, arremetió contra los populares, argumentando que «no ha habido ni un solo presidente de ninguna comunidad gobernada por el PP que haya aceptado ninguna comisión de investigación».
