El 2025 se despide y comienzan los preparativos para recibir al año 2026 por todo lo alto, en una Nochevieja marcada por la alta ocupación de hoteles y restaurantes, donde las reservas de último minuto presentan un cambio en la forma de celebración.
Aunque las reuniones familiares en casa siguen siendo la norma, cada año aumenta el número de grupos, tanto de familiares como de amigos, que en una fecha tan señalada deciden celebrar la Nochevieja en hoteles y restaurantes, evitando el agobio y las prisas que supone organizar la cena.
Desde la Asociación de Empresarios de Alojamiento, Hostelería y Turismo de Segovia (HOTUSE) señalan que las previsiones para Nochevieja son “muy buenas”. Las reservas para cenar en restaurantes y hoteles se encuentran prácticamente al 100%. En algunos alojamientos, como los hoteles Puerta de Segovia, Casa Mudéjar o los Paradores de Segovia y La Granja, han tenido especial éxito este año los paquetes que incluyen no solo la cena de Nochevieja, sino también la estancia en el propio hotel y, en algunos casos, el desayuno o el almuerzo de Año Nuevo. Una fórmula que se consolida como alternativa para quienes desean disfrutar de la noche fuera de casa e incluso fuera de su ciudad, favoreciendo así que la actividad turística se prolongue durante estas fechas.
Los grandes protagonistas de la noche serán, un año más, los locales de ocio nocturno. Según explican desde Hotuse, muchos de ellos han colgado en numerosas ocasiones el cartel de ‘No hay entradas’, lo que vaticina una gran afluencia de público dispuesto a celebrar la llegada del Año Nuevo bailando hasta la madrugada, tras tomar las doce uvas y brindar con la tradicional copa de cava.
Al igual que ocurrió el año pasado, los locales de la ciudad no se han coordinado para ofrecer el conocido ‘bonocopas’, que permitía acceder a varios establecimientos por un precio cerrado. No obstante, sí se han lanzado numerosas ofertas especiales. Las entradas, que este año oscilan entre los 20 y los 30 euros en función del servicio contratado, ya se han agotado en locales como la mítica Sala Atika (antes Sabbat), situada en el Paseo del Salón, o Casanova, junto al Acueducto.
En relación con el ocio nocturno, desde Hotuse muestran su preocupación por la proliferación de fiestas ilegales y recuerdan que pueden suponer un riesgo. “Recomendamos a la gente que no acuda a este tipo de fiestas, ya que no se puede velar por su seguridad”, advierten.
Con todo, es casi seguro que las calles del centro de la ciudad serán uno de los primeros puntos en llenarse de jóvenes dispuestos a comenzar el año con sus mejores galas, desafiando a la que será la noche más fría de la semana. Según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la madrugada estará marcada por temperaturas bajo cero, posibles heladas y bancos de niebla.
Celebración en la provincia
Más allá de la capital, la provincia también vivirá una Nochevieja donde destaca el turismo rural como alternativa para numerosas familias y grupos de amigos que desean vivir estas fiestas en un ambiente tranquilo y diferente. La ocupación de los alojamientos de turismo rural en la provincia de Segovia durante Nochevieja y Año Nuevo se sitúa en torno al 85%, una cifra positiva aunque marcada por las cancelaciones de última hora y el cambio en los hábitos de reserva, según ha explicado Paula Escorial, presidenta de la Asociación Profesional de Turismo Rural y Activo de Segovia.
Escorial señala que el sector lleva semanas enfrentándose a anulaciones inesperadas. “Desde hace como tres semanas estamos recibiendo cancelaciones de última hora, y nos está costando cubrirlas tanto en casas rurales completas como en alojamientos por habitaciones”, afirma. En este sentido, apunta que una de las posibles causas podría ser el aumento de enfermedades respiratorias: “Creemos que muchas cancelaciones se deben a la gripe, que ha tenido un repunte”.
A pesar de estas dificultades, la presidenta de la asociación destaca que los datos han sido mejores de lo previsto. “Ha costado, pero al final no ha sido tan malo como esperábamos”, reconoce. De hecho, las fechas de Nochebuena y Navidad registraron una buena ocupación, aunque con reservas realizadas en plazos muy cortos.
Uno de los cambios más claros respecto a años anteriores es la forma de reservar. “Estamos notando que la gente cada vez espera más a última hora para decidirse”, explica Escorial. No obstante, las casas de mayor capacidad siguen siendo las más demandadas: “Las casas grandes se llenan antes que las pequeñas, porque la gente se sigue reuniendo, tanto en familia como con amigos”.
En cuanto al perfil de los viajeros, Escorial detalla que “Nochebuena y Navidad siguen siendo fechas más familiares, mientras que en Nochevieja predominan más los grupos de amigos”. Para los días de Reyes, sin embargo, la ocupación es todavía baja, a la espera de reservas de última hora.
La presidenta de la asociación subraya también el esfuerzo adicional que ha tenido que realizar el sector. “Hemos hecho un esfuerzo extra en publicidad y promoción, más que otros años, porque a la gente le ha costado más decidirse”, concluye.
Tiempo de tradiciones
Disfrutar de la Nochevieja y el Año Nuevo en uno de los pueblos de la provincia es mucho más que pasar la fiesta en una casa rural. Supone formar parte de sus tradiciones y costumbres, como la celebración de las preúvas, que ya forma parte de la nochevieja en numerosos municipios como Fuenterrebollo, Zarzuela del Monte o Abades, o el divertido y arriesgado ‘Chapuzón del resfriado’ en San Rafael, donde los más valientes se adentran en las aguas heladas del río Gudillos el último día del año, en una tradición con más de tres décadas.
Pero si hay una tradición que destaca sobre todas, es la procesión del Niño de la Bola, que regresará como cada 1 de enero, para recorrer las calles de Cuéllar y vuelve a repetir su paso el día 6, una semana después. Actualmente, la procesión sale de la Iglesia de San Miguel y se recoge en la de San Esteban. Un grupo de danzantes acompaña a la procesión, antiguamente ataviados con un traje muy colorista que perteneció a la cofradía de la Virgen de las Candelas, recuperada en la actualidad y a la que solo pueden pertenecer matrimonios. Bailan con castañuelas y al son de la dulzaina y el tamboril.
