Primero fue Pau Gasol el que renunció a disputar el Eurobasket de Eslovenia con la selección, y después le siguieron, casi con total probabilidad, su hermano Marc y el pívot Serge Ibaka.
Tras la disputa de la final de la Liga ACB que encumbró al Real Madrid, el último en bajarse del carro ha sido Juan Carlos Navarro, que confirmó que su participación en el campeonato está casi descartada. «Lo más seguro es que sí descanse de la selección este verano», manifestó.
El alero del Barcelona resumió una campaña difícil por sus problemas físicos: «Ahora es pronto para pensar. Como he dicho antes, ha sido una dura temporada para todos y para mí personalmente. Necesito descansar y recuperarme bien para el año que viene estar a tope», añadió.
De confirmarse su baja definitiva, el seleccionador nacional, Juan Antonio Orenga, tendrá que reorganizar el equipo ante las importantes ausencias que se prevén de cara a un torneo en el que el combinado español defenderá el oro que conquistó hace dos años en Lituania.
Por otro lado, el Real Madrid celebró ayer la trigésimo primera Liga de su historia compartiendo el éxito con las instituciones, visitando primero el Ayuntamiento y posteriormente en la sede de la Comunidad. A las once de la mañana llegó al Consistorio el autobús del equipo ‘merengue’, que fue recibido a pie de calle por la alcaldesa, Ana Botella. El presidente, Florentino Pérez, encabezó la delegación junto a Pablo Laso y Felipe Reyes.
Tras los pertinentes discursos, la regidora les obsequió con una placa conmemorativa. Antes de abandonar el edificio, la alcaldesa puso la nota curiosa al colocar a Reyes, nombrado ‘MVP’ de la final, un pin de la candidatura olímpica Madrid 2020.
Acto seguido, toda la comitiva se desplazó a la Puerta del Sol para recibir un homenaje similar dirigido por el presidente de la Comunidad, Ignacio González. El acto se inició con un vídeo de las diez mejores jugadas del equipo en la final. La mejor de todas, un mate de Mirza Begic, se llevó una gran ovación de los presentes.
«Dijimos que volveríamos y aquí estamos», le recordó Reyes a los aficionados reunidos en el patio para honrar a sus ídolos. Una vez finalizado el acto, la plantilla se asomó al balcón, donde ofrecieron el trofeo a los aficionados congregados, felices por celebrar un título que llevaba seis años sin ingresas en las vitrinas blancas.
