Mira tú. Siendo gobernador civil de la provincia Rufino Blanco, donde llegó en 1928, ‘apareció’ en el Boletín Oficial de la Provincia un ‘decreto’ de obligado cumplimiento cuyo texto versaba sobre ‘La moralidad que se ha de guardar en los bailes públicos’ y para que estos, –los bailes–, sean ‘ejercicios corporales cultos y educativos’. Allá que te va:
–Se prohíbe entrada a los bailes a personas enfermas.
-Se limita el número de asistentes.
-Se fija la duración de las piezas musicales…para evitar cansancio a las parejas.
-Recomendación final: las muchachas deben reunirse con amigas de buenas costumbres para ir a los bailes.
A todo lo expuesto se unía, a modo de ‘coletilla’, la autorización a los dueños de los locales de baile de que pudieran tener ‘bastoneros’. Que si por un casual no saben quiénes eran, se lo defino: ‘persona que dirigía ciertos bailes y designaba el lugar que debían ocupar las parejas y el orden en que habían de bailar’.
Cada tiempo, como podrán comprobar, tenía su propia música, sus maneras y hasta su forma de ‘digerirla’ o, en su defecto, dirigirla.
Eran, también aquí, otros tiempos
Por Real Orden, año 1852, aparece específicamente en España la creación de ‘establecimientos para locos’. Al amparo de la Ley se perfila una línea básica: creación de una red pública de manicomios dependientes del estado. Mas, y como a lo largo de los tiempos ha sucedido que ‘una cosa es predicar y otra dar trigo’, pocos meses después, tras reconocer su incapacidad, el gobierno, con el eficaz Bravo Murillo de presidente, traspasa su responsabilidad a las Diputaciones locales.
Éstas, en su grandísima mayoría, no disponían de hospitales –en Segovia, por ejemplo, solo estaba el de la Misericordia ‘para todo’–, y comienza el grave problema de dónde ingresar a enfermos mentales, aquellos que habían perdido la razón-, para tratamiento y curación. Así las cosas, hasta el año 1942, fecha en la que la Diputación Provincial de Segovia, siendo presidente José Riera Asia, adquiere la finca de Quitapesares, donde posteriormente se ubica el Sanatorio Psiquiátrico (1943-1990), el organismo referido cuida del colectivo –hasta donde sus medios se lo permiten–, en locales de la ‘Inclusa’, donde se acogía a niños abandonados. (c/ Cardenal Zúñiga-Convento de Santa Cruz). Sin embargo, y pese al trabajo ímprobo de cuanto personal atendía a los dos ‘colectivos’, no llegaban a toda la gran demanda.
Con esta situación no cabe otra decisión que la de enviar enfermos mentales a otros lugares. La Diputación, como ejemplo, contrata, entre otros, con el Hospital Psiquiátrico ‘San Juan de Dios’ de Ciempozuelos, en Madrid. En el año 1928 eran 110 los enfermos segovianos, 53 hombres. El coste económico para la Diputación era importante. Abonaba anualmente 80.375 pesetas. Dejando constancia que en determinados meses del año acudían al referido hospital representantes de la Diputación para comprobar cómo era la atención que recibían.
Un ‘empujón’ a la clientela
Fue en 1928 cuando Aurelio García, pasa a ser propietario del Teatro Juan Bravo. También lo era del Café del mismo nombre, que aún existe en el mismo edificio del teatro. Todo normal. Lo que sí fue noticia in illo témpore fue la forma de atraer a los espectadores al teatro. El señor García dispuso que toda persona que acudiera a las funciones teatrales y al término de estas, sería invitado a tomar café –gratis total–, en el establecimiento de su propiedad. El empresario, demostrado quedó, puso las ideas en acción. Y no le fue nada mal.
Cualquier parecido… pura coincidencia
Téngalo por cierto. El presupuesto del Ayuntamiento de la Ciudad de Segovia para el ejercicio del año 1930, fue aprobado en la cantidad de 1.180.025,96 pesetas (los céntimos eran para caramelos). De ahí, de esa millonaria cantidad, salía la subida de salarios del personal subalterno al servicio del Ayuntamiento. La susodicha subida, tras aprobación plenaria, fue de 25 céntimos/día. Al respecto, hubo un tiempo de ‘mosqueo’ por parte de los trabajadores, pues habiéndose fijado la fecha de 26-10-1929 para la aprobación del referido presupuesto y la consecuente, y ‘extraordinaria’, subida salarial, solo acudieron a la convocatoria de pleno un 25% de los concejales y, al no haber ‘quorum’, el alcalde fijó otro día. Nota 1: sin la menor importancia: ninguno de los que faltaron –decía el escrito oficial-, justificó su ausencia.
Nota 2: Ahí es donde se puede observar cómo ha cambiado el sentido ‘oblicuo (1) de la política.
Circunvalar
Que levanten la mano quienes puedan contestar a la siguiente pregunta ¿En qué año se construyó la primera circunvalación de la ciudad de Segovia? Iba a dar dos días de plazo para contestar, más y dado que el profesorado, y otros colectivos, se encuentran en periodo no lectivo, se lo dejo aclarado para que no tengan que preguntar, si necesario hubiere sido. Fue entre los años 1920-1922, cuando siendo alcalde Pascual Guajardo Sánchez se construyó la Cuesta de los Hoyos y desde ahí hasta la zona del Mercado… bajar a La Fuencisla por Santa Lucía.
Hay que acabar
La Casa de Socorro, que en Segovia realizó un trabajo extraordinario a través de cuantos profesionales pasaron por ella, era ‘cosa’ del Ayuntamiento como institución de asistencia benéfica. El coste anual para las arcas de la ciudad era de 65.000 pesetas ¡Bien pagadas!
________
(1) Oblicuo: ‘Dicho de un plano o de una línea: que corta a otro plano u otra línea, formando un ángulo que no es recto’. Tan fácil, cuando menos, como entender las acciones políticas.
