Con la llegada del invierno llega también el problema de cómo mantener caliente nuestro hogar sin destruir nuestro presupuesto o terminar endeudados. El invierno es la estación cuando más se gasta en energía, sobre todo en gas y en electricidad. De hecho, en un estudio realizado hace 10 años se determinó que la calefacción absorbía el 63% de la energía que se consume en un hogar español.
De allí la importancia de disponer en nuestro hogar de un sistema de calefacción eficiente y nos proteja del frío, pero también económico, aunque implique una pequeña inversión inicial.
Los sistemas de calefacción más económicos
Para evaluar los sistemas de calefacción utilizados en los hogares españoles se han tenido en cuenta datos proporcionados por la OCU, la Red Eléctrica de España, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), El Índice de Precios de Biomasa, el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) y la tarifa PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor).
El resultado: los dos sistemas de calefacción más económicos son las bombas de calor y las estufas de pellets. La bomba de calor es altamente eficiente (hasta un 400%), y se considera ideal en climas templados, aunque no es tan eficiente en climas muy fríos. Y una gran ventaja de este sistema es que también sirve para enfriar el ambiente en verano.
En segundo lugar, se encuentran las estufas de pellets, un sistema que existe desde principios del siglo XX (los quemadores de madera de desecho), que funciona con combustible renovable, de bajo precio, y que posee además una gran eficiencia térmica.
Los dos sistemas requieren una inversión inicial moderada, de mantenimiento periódico, limpieza de filtros, en el caso de la bomba de calor, y limpieza en el de la estufa de pellets, además de un lugar para almacenar pellets. Sin embargo, el gasto y el esfuerzo se ven ampliamente compensados por lo que ahorramos en euros.
Comparación entre distintos sistemas de calefacción
Para tener una idea de cuánto se gasta con los diferentes sistemas de calefacción, se ha tomado como referencia un piso de 80 m2 y lo que costaría mantenerlo con una temperatura adecuada.
Con la bomba de calor pagaríamos mensualmente entre 60 y 90 euros; con la estufa de pellets o biomasa, entre 70 y 100 euros; con gas natural, usándolo 6 horas al día, de 80 a 100; con calefactor eléctrico, 2 unidades como mínimo, entre 120 y 170; con calefactor de resistencia, de 150 a 210; y con calefacción eléctrica, entre 150 y 200 euros.
Queda claramente establecido de esta manera que el sistema más económico es el de la bomba de calor, seguido por el de estufa de pellets, y que los más costosos son los que utilizan electricidad.
Otras recomendaciones para ahorrar con la calefacción
Hay otras medidas que podemos tomar para ahorrar en la calefacción, más allá de utilizar los sistemas más económicos, como son:
- Apagar el sistema de calefacción al salir de casa: al hacer esto podemos ahorrar entre un 10% y un 20% en el consumo de energía. A pesar de los argumentos a favor de mantenerla encendida, se gasta mucho menos apagándola y volver a encenderla al regresar.
- Calentar los espacios de acuerdo con su uso: no gastar calefacción en el sótano o en el trastero, o mantener temperaturas altas en los pasillos y otros espacios de poco uso, y en cambio sí mantener entre 18 y 20 °C la cocina, el comedor y las habitaciones.
- Al ventilar la vivienda hacerlo todo de una vez y no por habitaciones: abrir las puertas que comunican las estancias y luego abrir todas las ventanas por unos cuantos minutos, luego cerrar de nuevo. De esta manera hay menos pérdida de calor que haciéndolo habitación por habitación.
