La Gimnástica Segoviana se ha encontrado con un buen problema tras los incidentes que el pasado domingo obligaron a la suspensión del encuentro que el equipo juvenil de la Liga Recoletas jugó frente al CD Las Navas, y que acabaron con varios heridos, otros tantos identificados por la policía, y partes de lesiones.
El club, con la mayoría de sus miembros de la junta directiva presenciando en La Albuera el partido de la Segunda RFEF que midió al primer equipo con el UD Ourense, recabó todos los datos posibles acerca de incidente que llegó incluso a ser grabado por dispositivos móviles, con el fin de tomar las decisiones convenientes teniendo en cuenta que uno de los jugadores de su equipo juvenil saltó la valla que separa el terreno de juego del campo José Antonio Minguela para participar en la trifulca al ver cómo su madre era agredida.
El jugador ya ha sido apartado del equipo, a la espera de la sanción que le imponga el Comité de Competición
Visionadas las imágenes “que no son nada agradables” señalan fuentes de la entidad azulgrana, en la Segoviana tienen claro que la pelea no fue tan multitudinaria como se venía informando, “ya que la mayoría de los participantes en esa pelea lo que querían era separar a las personas que se estaban agrediendo”, pero no rebajan ni un ápice la gravedad de lo sucedido, con dos matrimonios (uno de cada equipo) agrediéndose mutuamente y el resto tratando en mayor o menor medida de separarlos hasta que la situación pasó a mayores.
Y las decisiones que el club tome irán en consecuencia con la gravedad de los hechos. De momento, el futbolista que participó en la pelea ha sido apartado del equipo a la espera de la decisión que tome el Comité de Competición, ya que fue expulsado por el árbitro y se espera que le caigan varios partidos de sanción. Será el próximo lunes, cuando se celebre la próxima junta directiva de la entidad, cuando se tome la decisión definitiva que puede llevar a la expulsión del club del jugador de la Segoviana.
Un régimen interno más duro
Álvaro Gil, responsable de la cantera de la Gimnástica, señalaba a esta Redacción que en la presente campaña el club había endurecido la normativa de régimen interno para evitar precisamente que se pudieran producir incidentes de este tipo, “y en esa normativa dejábamos claro que si algún padre no seguía unas pautas adecuadas de comportamiento en los partidos y se dedicaba a insultar a los árbitros o a los rivales, su hijo podía ser expulsado del club”.
El caso del pasado domingo encaja perfectamente con lo expresado en la normativa interna de la entidad, con el agravante además de que hubo agresiones de por medio. “Los padres dicen que no tienen culpa y se han disculpado, pero ya les hemos dicho que hay situaciones que no se pueden consentir, y que vamos a ser muy claros”. Y Gil señala su pesar “porque al final de todo quien va a pagar que sus padres tuvieran ese incidente en la grada va a ser el hijo que simplemente estaba jugando al fútbol y al que se le nubló la mente porque vio que estaban agrediendo a su madre”, pero también deja clara la postura de la entidad. “Se lo dejamos muy clara a nuestra gente al inicio de la temporada. Estas cosas no las vamos a consentir”.
