Decenas de miles de personas recorrieron ayer las calles de Bilbao en apoyo a la movilización convocada para pedir la vuelta de los presos de ETA “a casa” y a cuya finalización se pudo leer una carta de Josetxo Arizkuren, ‘Kantauri’, que abogó por “explorar espacios de legalidad” hasta la fecha “no transitados”. No obstante, situó como líneas rojas que no traspasarán “el arrepentimiento y la delación”. En la manifestación, convocada bajo el lema ‘Amnistiaren bidean, preso eta iheslariak etxera’ (En el camino de la amnistía, los presos y huidos a casa), participaron exreclusos de la organización terrorista como Antton López Ruiz, alias ‘Kubati’, Juan María Olano, Jesús María Zabarte, Jon Agirre Agiriano o Isidro Garalde, alias ‘Mamarru’.
Asimismo, acompañaron la marcha dirigentes de la izquierda abertzale como Rufi Etxeberria, Iker Casanova o Arnaldo Otegi, que declinó realizar declaraciones a los medios, alegando que “los protagonistas” son los presos. También estuvo presente la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide. Durante la marcha, que se inició en La Casilla pasadas las 12.00 horas y que finalizó ante el Ayuntamiento de la Villa, se oyeron gritos a favor de la libertad de los presos y de la amnistía.
Minutos antes del inicio, Antton López Ruiz, alias ‘Kubati’, subrayó ante los medios de comunicación que el objetivo de la manifestación pasaba por dar “apoyo a las decisiones que pueda tomar el colectivo” de presos de ETA en el futuro, así como a la postura que éste adoptó en 2013 cuando anunció que “había que intentar desactivar las leyes de excepción” y que “estaba dispuesto a recorrer esa legalidad”, recalcó.
No obstante, advirtió que para ello se deberían dar las condiciones necesarias que, a su juicio, actualmente “están obstruidas por las la legislación de excepción”. Asimismo, pidió a los partidos políticos y a la sociedad vasca que entiendan que solucionar “el tema de los presos y refugiados” se debe incorporar a “la agenda política”.
En este sentido, aseguró que estarían dispuestos a “andar el camino de la reconciliación”, ya que no tienen “miedo”, si bien apuntó que, para ello, es necesario que se dé “el marco adecuado”. “Necesitamos sacar a los presos y traer a los refugiados. Hasta que eso no se cumpla la reconciliación va a ser difícil porque no vamos a poder estar todos en casa”, concluyó.
A la finalización de la manifestación se pudieron leer tres cartas de los presos de ETA Ana Belén Egües, Asier Ormazabal y Josetxo Arizkuren, ‘Kantauri’, que se encuentran encarcelados en las prisiones de Córdoba, A lama (Pontevedra) y Teruel, respectivamente. Este último, agradeció a los presentes el “apoyo demostrado” e incindió en que ello les “alimenta espiritual y políticamente”.
“Pero sobre todo, nos alegramos por el significado de la iniciativa, por su contenido político y proyección de futuro. En una sociedad donde los ritmos sociales y políticos marcan la agenda, lo peor que nos pudiera pasar es quedarnos quietos para observar cómo se van produciendo los acontecimientos”, indicó. Asimismo, afirmó que los reclusos siempre fueron “personas activas” que vivieron con “mucha intensidad todo lo relacionado con nuestra lucha”.
“Queremos recuperar esa intensidad que ha estado un poco aparcada en los últimos tiempos. Queremos recuperar la iniciativa en el colectivo y en la calle, movilizando a la sociedad hacia una solución sobre las consecuencias del conflicto”, añadió. Por lo que respecta al colectivo de presos, abogó en su misiva por “desarrollar la potencialidad del documento de 2013 y que la represión del Estado impidió socializar”. “Reforzando nuestro carácter político queremos explorar las posibilidades de espacios de legalidad por los que hasta ahora no se han transitado”.
No obstante, reconoció que habrá “dos líneas rojas” que los presos no traspasarán: “el arrepentimiento y la delación”. “El resto se tiene que convertir en un espacio de líneas verdes por el que transitar”, concluyó. Por su parte, Juan María Olano subrayó ante los presentes que los presos solos no pueden “desactivar” la situación que padecen, por lo que “necesitan nuestra ayuda”. Tras valorar que en los últimos cinco años “en Euskal Herria han cambiado muchas cosas”, denunció que, por contra, la situación que se viven en las cárceles es “calamitosa” y ha “involucionado”. Olano reconoció que son los presos los que tienen que decidir en el asusnto.
