Segovia vive un momento histórico como Ciudad Europea del Deporte 2025, con más de 25 eventos de primer nivel gracias al apoyo público-privado. El mecenazgo ha permitido recaudar más de 120.000 euros, financiando competiciones que han situado a la ciudad en la élite nacional. Sin embargo, este éxito no puede quedarse en una celebración puntual: urge consolidar un modelo estable que garantice la práctica deportiva de calidad en toda la provincia.
La reciente reforma de la Ley de Mecenazgo abre una oportunidad única. Las deducciones fiscales para empresas y particulares se han incrementado hasta el 80% en los primeros 250 euros y hasta el 50% para aportaciones sostenidas, lo que convierte al deporte en un atractivo para la inversión privada. Este marco legal permite que clubes, federaciones y entidades sin ánimo de lucro accedan a recursos que hoy son imprescindibles para competir y crecer.
Pero el reto va más allá de organizar torneos. Segovia arrastra carencias en instalaciones: pabellones con filtraciones, pistas deterioradas y proyectos estratégicos paralizados, como el módulo cubierto de atletismo o la mejora de la piscina. Sin infraestructuras modernas, el deporte base y el alto rendimiento no podrán avanzar.
Por ello, la aplicación efectiva de la Ley de Mecenazgo debe orientarse no solo a eventos, sino también a financiar equipamientos y programas continuados, creando un ecosistema deportivo sólido. El éxito del IMD demuestra que la colaboración público-privada funciona. Ahora toca dar el siguiente paso: convertir el mecenazgo en la palanca que eleve el nivel y la calidad del deporte segoviano.
