El Alcázar de Segovia ha recibido el título de ‘Real’, por concesión de rey de España, Felipe VI, como reconocimiento a su «lealtad a la corona». Así lo hizo público este martes el Patronato de la fortaleza segoviana, que explicó que esta distinción se otorgó de forma oficial el pasado 22 de octubre. La credencial que el monarca ha entregado al Alcázar constituye «motivo de orgullo no solo para el Patronato, sino también para la ciudad de Segovia», expusieron desde la institución a través de un comunicado.
Durante más de cinco siglos, el Alcázar de Segovia fue una de las residencias habituales de los reyes de Castilla y un escenario político de primer orden. Ninguna otra fortaleza del antiguo reino reunió la presencia de tantos monarcas a lo largo del tiempo. Desde la Alta Edad Media hasta la actualidad —durante casi un milenio de historia—, reyes de todas las dinastías de España han recorrido sus estancias. La fortaleza segoviana se consagra hoy como uno de los espacios históricos con mayor continuidad y proyección regia de Europa.
La concesión del título de Real a la fortaleza segoviana, por parte del rey Felipe VI constituye la ratificación institucional de una realidad histórica.
A lo largo de la Edad Media y buena parte de la Edad Moderna, la corte castellana no se había establecido en un único palacio, sino que era una corte itinerante. Durante esos años, el Alcázar de Segovia sobresale de manera excepcional: no era una mera plaza fuerte, sino una auténtica sedes regiae, donde la monarquía no solo se alojaba, sino que gobernaba y ejercía el poder, e incluso convocaba las cortes. Una fortaleza tan segura que en ella se custodiaba el tesoro real.
La singularidad del Alcázar frente a otras residencias reales europeas radica en su continuidad histórica. Mientras muchos palacios quedaron anclados a dinastías ya extintas o a periodos concretos, la fortaleza segoviana ha mantenido un vínculo con la Corona desde la época de la repoblación de Segovia, en el siglo XI, hasta el siglo actual, en el que la monarquía española ha estado presente en diversos actos institucionales. La credencia de ‘Real’ reconoce y perpetúa ese legado ininterrumpido.
El significado del título ‘Real’
El rey concede el título de Real a instituciones que mantienen un vínculo continuo e históricamente acreditado con la Corona y cuya trayectoria forma parte indisoluble de la historia de España.
· El Alcázar de Segovia. Propiedad y uso regios
Desde la Edad Media, el Alcázar fue propiedad inalienable de la Corona de Castilla. No fue un castillo señorial, sino un palacio administrado directamente por un alcaide, quien tenía a su cargo la guarda y defensa de la fortaleza, bajo juramento y pleito homenaje.
La propia voz alcázar (del árabe hispánico القصر —alqáṣr—, este del ár. clás. qaṣr, y este del lat. castra ‘campamento’) sirve para definir una residencia real fortificada, lo que sitúa a esta fortaleza, junto con el Real Alcázar de Sevilla, en el plano privativo de los palacios regios. Ya en la época de Alfonso VII (1126-1157) se denomina ‘alcaçar’, siendo la primera fortaleza que recibió ese nombre en la Corte de Castilla.
· Garante de los símbolos de poder real
Durante la dinastía Trastámara, el Alcázar ejerció como garante de los símbolos del poder real al unificar la custodia del Tesoro de la Corona, el Archivo y la Armería. Fue Juan II (1406-1454) quien, en el año 1437, institucionalizó esta función, al reunir en la fortaleza los libros de la administración, creando uno de los primeros archivos de Estado organizados —antecedente directo del Archivo General de Simancas—. Asimismo, el edificio albergó la Armería Regia, cuya colección constituye el núcleo fundacional de la actual Real Armería de Madrid.
No obstante, el factor determinante fue la custodia del Tesoro de la Corona. El Alcázar no solo protegía los símbolos, sino también los recursos económicos, que sustentaban las empresas reales. Esta condición de ‘caja fuerte’ de la monarquía hizo que su alcaidía fuese disputada por los linajes más poderosos, conscientes de que quien dominaba el Alcázar dominaba los recursos de Castilla.
· Vínculo institucional continuado
Desde la antigüedad, en numerosos documentos aparece la denominación de ‘Reales Alcázares de la ciudad de Segovia’, en plural; hecho constatable al menos desde el reinado de Juan II y que continuó durante los reinados de Enrique IV, Isabel I, Juana I, la regencia de Fernando el Católico, Carlos I, Felipe II y hasta los tiempos de Fernando VII.
Tras su etapa palaciega y un periodo como prisión de Estado, el castillo pasó a ser sede del Real Colegio de Artillería (1764), que devendría en la actual Academia de Artillería, la academia militar más antigua del mundo.
Desde 1951, el Patronato del Alcázar de Segovia actúa como organismo responsable de la gestión de este monumento. Compuesto por representantes del Ministerio de Defensa, el Ministerio de Cultura, la Diputación y el Ayuntamiento de Segovia, su misión se centra en la conservación y protección artística del Alcázar.
HITOS HISTÓRICOS FUNDAMENTALES
Proclamación de Isabel la Católica
El Alcázar tuvo un fuerte protagonismo la víspera de la proclamación de Isabel como Reina de Castilla, ya que fue entonces, cuando princesa Isabel, al conocer el fallecimiento de su hermano Enrique, contó con el apoyo del alcaide, Andrés Cabrera para proclamarse Reina de Castilla. Así, los muros del Alcázar fueron testigos de la decisión que cambió la historia. Isabel, salió de la fortaleza la mañana del 13 de diciembre de 1474 para ser proclamada reina en el atrio de la antigua iglesia de San Miguel.
El acta del Concejo documenta cómo Isabel aceptó bajo juramento los privilegios de la ciudad antes de ser reconocida como Reina de Castilla. El acto concluyó con el retorno de la reina al Alcázar, donde Andrés de Cabrera, alcaide la fortaleza y, como tal, guardián y defensora de esta, se la entregó simbólicamente a la Reina.
La Concordia de Segovia
El 2 de enero de 1475, Fernando II se trasladó a Segovia para reunirse con Isabel y aquella misma noche los monarcas ofrecieron un banquete en el Alcázar. Poco después, el 15 de enero de 1475, hace 550 años, los términos de la Concordia de Segovia se debatieron entre sus muros y probablemente esta unión se firmara en sus salas regias. La Concordia de Segovia fue un hito trascendental en la historia de España ya que puso los cimientos para la unificación de los reinos de Castilla y Aragón. Este acuerdo no solo consolidó una alianza entre dos de las más poderosas entidades políticas de la península ibérica, sino que también sentó las bases para la formación de la nación española tal y como la conocemos hoy. La Concordia de Segovia fue un paso crucial hacia la integración y cohesión de los territorios, forjando una identidad común y un destino compartido que daría forma al futuro de España. En este sentido, la Concordia no fue simplemente un tratado político, sino un pacto simbólico que unió a dos culturas y tradiciones en una nación unificada y fuerte.
Cristóbal Colón en el Alcázar: la última audiencia del descubridor
En mayo de 1505, tras su cuarto viaje a las Indias y gravemente enfermo, Cristóbal Colón llegó a Segovia para entrevistarse con Fernando el Católico, cuya corte se encontraba instalada en el Alcázar. El encuentro, celebrado, probablemente, en el Salón del Trono, fue su última gran audiencia política. Colón reclamó la restitución de los privilegios acordados en las Capitulaciones de Santa Fe y la confirmación de sus derechos sobre los territorios descubiertos. Aunque el rey lo recibió con cortesía, rechazó devolverle el gobierno de las Indias y le ofreció tierras en Castilla. Durante aquella estancia segoviana, el 25 de agosto de 1505, Colón ratificó su testamento, anticipando su cercano final. El Alcázar quedó así como testigo del episodio más melancólico de su vida: la lucha final de un hombre que había cambiado el mundo en busca del reconocimiento de la Corona.
Centro político y ceremonial
El Alcázar fue sede parlamentaria y judicial. Alfonso X el Sabio convocó Cortes Generales en 1256 y 1278. Juan I hizo lo propio en 1383, 1386 y 1390, Cortes en las que se decidió cambiar la datación oficial de la Era Hispánica a la Era Cristiana. Alfonso XI, por su parte, estableció su tribunal regio en el Alcázar y celebró Cortes en 1347. En noviembre de 1570, Felipe II celebró su matrimonio con la archiduquesa Ana de Austria en el Alcázar de Segovia, un escenario escogido con un significado que trascendía lo estrictamente ceremonial. La fortaleza, vinculada desde siglos atrás a la tradición regia castellana y residencia de los monarcas que forjaron la monarquía hispánica, ofrecía un marco que reforzaba la continuidad dinástica y la proyección política del enlace.
A lo largo de su historia, el castillo también acogió decisiones de Estado de Fernando el Católico, reuniones del Consejo de Felipe III, embajadas tan singulares como la enviada por Tamerlán y delegaciones europeas de alto rango, así como la visita del entonces príncipe de Gales —futuro Carlos I de Inglaterra—, que se hospedó en la fortaleza en 1623.
En la actualidad, el Alcázar continúa recibiendo a numerosos dignatarios extranjeros y sigue siendo sede de actos institucionales de gran relevancia nacional e internacional, incluidas reuniones bilaterales y encuentros oficiales de alto nivel.
MONARCAS QUE RESIDIERON O VISITARON EL ALCÁZAR
Hasta 31 monarcas de todas las dinastías que han reinado en España han habitado o visitado el Alcázar de Segovia, desde Alfonso VI hasta Felipe VI.
Dinastía Jimena
· Alfonso VI (ca. 1088): impulsor de la repoblación de Segovia y del castellum original.
· Urraca I (ca. 1110-1125): usó el Alcázar como residencia y refugio durante las guerras civiles.
Dinastía Borgoña
· Alfonso VII el Emperador (1126-1157): residente frecuente. Primer uso documental del término «alcázar». En 1152 donó temporalmente su custodia al obispo.
· Sancho III «el Deseado» (1157-1158): confirmó la donación al obispo mediante privilegio real.
· Alfonso VIII (1158-1214): gran impulsor del gótico temprano en la fortaleza junto a Leonor de Plantagenet.
· Berenguela (1217): vinculada al Alcázar desde su nacimiento; se refugió en él durante su etapa como regente de Fernando III.
· Fernando III el Santo (1217-1252): estancias documentadas en su juventud (1220-1221).
· Alfonso X el Sabio (1252-1284): residió frecuentemente e impulsó grandes reformas gótico-mudéjares.
· Sancho IV (1284-1295): usó el Alcázar como prisión de Estado.
· Fernando IV el Emplazado (1295-1312): entrada ceremonial documentada en 1296.
· Alfonso XI el Justiciero (1312-1350): residente habitual. Estableció tribunal y celebró Cortes.
· Pedro I, llamado «el Cruel» (1350-1369): se refugió en el Alcázar tras su fuga de Toro durante la guerra civil.
Dinastía Trastámara
· Enrique II de Trastámara (1369-1379): consolidó la dinastía y alojó allí a su familia.
· Juan I (1379-1390): celebró tres Cortes Generales en el recinto.
· Enrique III el Doliente (1390-1406): recibió en 1406 en el Alcázar a la embajada de Tamerlán, caudillo turcomongol, creador del imperio timúrida. Estableció allí el Tesoro.
· Juan II (1406-1454): construyó la Gran Torre Nueva (hoy Torre de Juan II).
· Enrique IV (1454-1474): el rey más vinculado a Segovia. Ordenó la construcción de la Sala de Reyes y su gran programa iconográfico.
· Isabel I la Católica (1474-1504): proclamada reina en Segovia. Usó el Alcázar como residencia.
· Fernando II de Aragón (1475-1516): residió en el Alcázar junto a Isabel. Firmó la Concordia de Segovia.
· Juana I de Castilla (1504-1555): estancia breve.
Casa de Austria
· Carlos I (1516-1556): visitó la fortaleza en 1525 tras las Guerra de las Comunidades.
· Felipe II (1556-1598): transformó la silueta del castillo (tejados de pizarra) y celebró aquí su boda en 1570.
· Felipe III (1598-1621): visitó el Alcázar en 1598 y 1600.
Casa de Borbón
· Felipe V (1700-1746): se documenta una estancia prolongada.
· Carlos III (1759-1788): fundó el Real Colegio de Artillería en 1764, dando nuevo uso al edificio.
· Fernando VII (1814-1833): protagonizó la última pernocta regia (1817) y visitó frecuentemente el Colegio.
· Isabel II (1833-1868): visitó el Alcázar con Francisco de Asís.
· Alfonso XII (1875-1885): impulsó personalmente la restauración del monumento tras el incendio de 1862.
· Alfonso XIII (1902-1941): visitó el Alcázar en varias ocasiones. En 1908, anunció su intención de devolver el edificio del Alcázar a la Artillería.
· Juan Carlos I (1975-2014): presidió el 250º aniversario del Colegio de Artillería (2014) y acudió en diversas ocasiones.
· Felipe VI (2014-presente): visitó el Alcázar en 2024 con motivo del 550º aniversario de la proclamación de Isabel I. En 2025, le concedió el título de ‘Real’.
