El Adelantado de Segovia
lunes, 1 diciembre 2025
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN
El Adelantado de Segovia

Confirmado por la ciencia: las notificaciones de WhatsApp, Instagram o TikTok disparan tu ansiedad, pero así puedes frenarla

por Elena
1 de diciembre de 2025
en Sociedad
Las notificaciones de WhatsApp, Instagram o TikTok disparan tu ansiedad

Las notificaciones de WhatsApp, Instagram o TikTok disparan tu ansiedad

Compartir en FacebookCompartir en XCompartir en WhatsApp

La Junta implanta la escolarización gratuita de cero a tres años en el CRA ‘Reyes Católicos’ de Turégano

Cerezo de abajo acoge con éxito el estreno de ‘El viaje temporal’

Cuéllar mejora el servicio de agua potable en Fuente la Bola con la instalación de un nuevo grupo de presión

Es probable que ya lo intuyeses, pero la ciencia lo ha confirmado, y es que en efecto el recibir continuamente notificaciones en nuestro móvil nos provoca ansiedad, pero de una manera mucho más física y profunda de lo que podamos pensar, ya que cada vez que la pantalla de nuestro teléfono se enciende porque recibimos una alerta de WhatsApp, Instagram o TikTok, nuestro cerebro lo interpreta como una señal urgente que nos exige que demos respuesta inmediata.

Y al mismo tiempo, la buena noticia es que esa ansiedad tiene freno, ya que los expertos coinciden en que se puede reeducar al cerebro para que no reaccione con esa intensidad ante cada sonido o vibración, aunque eso implique pasar por un periodo algo incómodo. Dicho de otro modo: si ahora sientes que las notificaciones dominan tu estado emocional, es posible recuperar el control, aunque necesitas un plan y, sobre todo, constancia.

Por qué las notificaciones disparan tanto la ansiedad

Si padeces ansiedad, o si simplemente eres una persona especialmente sensible a los estímulos, es muy probable que te hayas visto reflejado en esa necesidad casi compulsiva de revisar el móvil en cuanto aparece un numerito rojo, algo que a muchas personas les ocurre incluso con los teléfonos ajenos: basta ver una pantalla llena de alertas para que la ansiedad entre por la puerta grande, como una especie de ruido visual imposible de ignorar.

La explicación que se le da a esto es la necesidad de control, lo cual se avala tras diversos estudios en los que se muestra que nuestra ansiedad se dispara en cuanto sentimos que algo se nos ha quedado pendiente o que no lo hemos completado. Las notificaciones son básicamente eso, unas pequeñas tareas que nuestro cerebro interpreta como algo urgente, tal y como se pudo en investigaciones llevadas a cabo en el año 2012, en las que se demostraba que el 70% de los correos laborales se respondían en apenas seis segundos.

Uno de los aspectos más interesantes es que, cuando se les pidió a varios participantes que dejaran de usar el correo electrónico por una semana, esos niveles de estrés y ansiedad tan altos bajaron, y mucho. Aquí viene lo más relevante: cada vez que recibimos una notificación, nuestro cuerpo libera cortisol, la hormona del estrés, lo cual explica por qué aumenta el pulso, notamos las manos frías o sentimos presión en el pecho. La ansiedad se mantiene elevada hasta que revisamos la notificación, momento en el que aparece un alivio inmediato… que nuestro cerebro interpreta como recompensa y que alimenta ese bucle del que parece que no podremos salir nunca.

Cómo frenar la ansiedad que provocan las notificaciones

La parte positiva es que este círculo se puede romper, aunque requiere enfrentar cierta incomodidad. Cuando intentamos alejarnos del móvil o retrasar la revisión de las alertas, la ansiedad aumenta los primeros días, un efecto que es pasajero ya que el cerebro acaba aprendiendo que no pasa nada por no reaccionar al instante.

Una estrategia muy eficaz es alejar el teléfono físicamente en momentos clave, como al trabajar, al comer, durante una conversación o incluso viendo una serie. Parece sencillo, pero la ansiedad inicial puede ser intensa. Aun así, con el paso de los días notarás que esa urgencia va desapareciendo.

Otra técnica interesante es retrasar de forma voluntaria la revisión de cada notificación, es decir, que si el móvil vibra, cuenta treinta segundos antes de cogerlo. Después, un minuto. Y así progresivamente. Este entrenamiento enseña al cerebro que no necesita activar la ansiedad para que atiendas a la alerta.

Además, conviene añadir distracciones alternativas, como volver a centrarte en lo que estabas haciendo, beber agua, levantarte un momento o simplemente respirar de forma profunda; no es magia, sino una manera real de cortar el circuito ansiedad–alivio del que hablábamos antes.

Poco a poco, al reducir la dependencia de las notificaciones, la segregación de cortisol disminuye y la ansiedad se atenúa, por lo que el cerebro deja de interpretar esos avisos como amenazas y la vida se vuelve muchísimo más tranquila. Incluso quienes llevan años sintiendo ansiedad por tener el móvil lleno de alertas pueden cambiar esa relación si siguen un proceso gradual.

Compartir en Facebook122Compartir en X76Compartir en WhatsApp
El Adelantado de Segovia

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda

  • Publicidad
  • Política de cookies
  • Política de privacidad
  • KIOSKOyMÁS
  • Guía de empresas

No Result
View All Result
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda