Los carburantes en Segovia han registrado un ligero descenso en el último año, según los datos recabados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. La tendencia a la baja se observa tanto en la gasolina 95 como en la 98, aunque el descenso ha sido prácticamente imperceptible en el caso del gasóleo.
El precio medio de la gasolina 95 en la provincia se situó a comienzos de semana en 1,462 euros por litro, mientras que la gasolina 98 se pagaba a 1,629 euros por litro. En cuanto al gasóleo, el gasóleo A tiene un precio de 1,425 euros por litro y el gasóleo Plus se sitúa en 1,473 euros por litro.
Haciendo un balance anual para Segovia, siempre poniendo el foco en el precio medio, la gasolina 95 bajó de 1,529 euros en 2024 a 1,500 euros en 2025, mientras que la gasolina 98 pasó de 1,709 a 1,677 euros. Por su parte, el gasóleo registró un descenso mínimo, de 1,439 a 1,438 euros.
Durante el presente año, el precio más alto del gasóleo se registró el 22 de enero con 1,515 euros y el más bajo el 7 de mayo, con 1,349 euros. En cuanto a la gasolina 95, el máximo se produjo el 19 de enero con 1,604 euros, y el mínimo el 8 de mayo con 1,433 euros. La gasolina 98 tuvo su precio máximo el 20 de enero con 1,776 euros y el mínimo el 10 de mayo con 1,620 euros.
EN EL CENTRO DEL RANKING
De esta manera, Segovia se sitúa en el centro del ranking por provincias en lo referente al precio de la gasolina, que está liderado por las Islas Baleares, y que cierra Lleida, y algo más alto (puesto decimoquinto) en lo referente al precio medio del gasoil.
Las gasolineras más baratas de Segovia están situadas en la avenida Juan Carlos I, la calle Guadarrama y la calle Navacerrada, las tres en la capital, más la ubicada en la calle La Granja de Revenga, todas ellas marcando un precio para la gasolina95 de 1.369 euros. De estas cuatro gasolineras, las dos primeras pertenecen a Ballenoil, compañía dependiente de grupo Moeve, antigua CEPSA. Las otras dos pertenecen a la compañía minorista Plenergy.
Cuatro gasolineras ofrecen el precio más barato en Segovia. Dos pertenecen a Ballenoil, compañía dependiente de grupo Moeve, antigua CEPSA, y Las otras dos son de la minorista Plenergy
El comportamiento de los carburantes en Segovia refleja la evolución regional y nacional del mercado energético, en el que los precios han alcanzado picos históricos debido a la variación de la cotización del petróleo y los costes de distribución, seguidos de un ajuste gradual en los últimos años. El gasóleo A, especialmente, muestra un patrón de estabilidad relativa en los últimos meses, lo que contrasta con las subidas pronunciadas registradas en 2022. Todo ello está muy en consonancia con los datos que se reflejan en el conjunto de Castilla y León.
Por lo que se refiere a Castilla y León, la media del precio del gasóleo A durante el mes de agosto fue de 1,442 euros, manteniéndose estable respecto a julio. En términos anuales, el precio medio del gasóleo A se sitúa en 1,428 euros, con un precio más barato en la provincia de Valladolid (1,427 euros) y el más elevado en Palencia (1,466 euros).
DATOS AUTONÓMICOS
Si se observa la evolución histórica de la comunidad autónoma, en 2021 la media del gasóleo A fue de 1,257 euros, alcanzando su máximo en noviembre (1,399 euros) y el mínimo en enero (1,109 euros). En 2022, el precio medio subió a 1,810 euros, con un máximo en junio (2,046 euros) y un mínimo en enero (1,408 euros). En 2023, el gasóleo A descendió a 1,567 euros de media, con máximos en enero (1,701 euros) y mínimos en mayo (1,424 euros). En 2024 la media fue de 1,479 euros, con el precio más alto en abril (1,562 euros) y el más bajo en septiembre (1,395 euros). En lo que va de 2025, la media regional se sitúa en 1,447 euros.
En el caso de la gasolina, la 95 ha pasado de un precio medio de 1,191 euros en 2020 a 1,388 euros en 2021 y alcanzó un máximo histórico en 2022 con 1,802 euros. A partir de ese año, la tendencia ha sido descendente: 1,641 euros en 2023, 1,579 euros en 2024 y 1,506 euros de media en lo que va de 2025. La gasolina 98 siguió un patrón similar, pasando de 1,328 euros en 2020 a un máximo de 1,949 euros en 2022 y descendiendo hasta 1,674 euros por litro en 2025.
POR DEBAJO DE LA MEDIA
En el contexto regional, Castilla y León mantiene un precio del gasóleo A por debajo de la media nacional, con Segovia situándose en cifras intermedias dentro de la comunidad autónoma. La diferencia entre provincias puede alcanzar hasta 0,039 euros por litro entre Palencia y Valladolid.
La evolución de la gasolina también evidencia un comportamiento similar, ya que se mantienen los descensos progresivos tras los máximos de 2022, aunque estos se han venido suavizando en el presente año.
Este comportamiento ha sido documentado a nivel regional en informes elaborados por el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico , que permiten comparar el precio de los carburantes por provincia y a nivel anual. Asimismo, los precios observados en Segovia permiten realizar comparaciones con otras provincias de Castilla y León, donde se han registrado variaciones significativas. Por ejemplo, Valladolid mantiene los valores más bajos del gasóleo A, mientras que Palencia lidera los precios más altos, una diferencia que responde a factores logísticos, competencia entre estaciones y condiciones del suministro.
LAS RAZONES DE LOS TRES DECIMALES
En España, el precio que cada conductor paga por cada litro de gasolina que echa en el depósito se establece con tres decimales, pese a que de manera normal se utilizan solamente dos, en una práctica que responde a la necesidad de precisión en el cálculo del importe total del repostaje, y no a una obligación legal expresa.
En base a los datos que ofrece la compañía Repsol, cada litro de combustible incluye varios conceptos: el precio del petróleo, el proceso de refinado, los costes de distribución, los márgenes comerciales y, sobre todo, los impuestos. En España, el Impuesto Especial de Hidrocarburos y el IVA representan aproximadamente el 40% del precio final. El IEH se compone de un tramo estatal de 0,4007 euros/litro y un tramo especial de 0,072 euros/litro, fijado de manera uniforme desde 2019. Sobre el precio base más este impuesto se aplica un IVA del 21%, lo que contribuye a la complejidad del cálculo.
El uso de tres decimales permite a las gasolineras multiplicar el precio por la cantidad exacta de litros repostados, evitando redondeos que les puedan generar pérdidas. También facilita la gestión de márgenes reducidos en un sector sujeto a las constantes fluctuaciones del petróleo.
DIFERENCIAS DE HASTA 30 CÉNTIMOS POR LITRO
Desde que aparecieron en España las gasolineras de bajo coste, llenar el depósito puede suponer una diferencia de hasta 15 euros dependiendo de la estación de servicio elegida. Las variaciones de precio entre las gasolineras, que en algunos casos llegan a superar los 30 céntimos por litro, resultan más que significativas y han propiciado un ‘éxodo’ de conductores hacia estas estaciones más baratas en competencia con las tradicionales regidas por las grandes petroleras.

A diferencia de otros productos básicos, el precio de la gasolina no está ni homologado ni regulado por el Estado. Esto significa que, aunque una parte del importe, normalmente la que a impuestos se refiere, es fija y común a todas las estaciones, cada gasolinera tiene libertad para establecer su tarifa final.
Los factores que explican estas diferencias son diversos. En primer lugar, los costes no son los mismos en todas las ubicaciones. Mantener una estación en una autopista o en una zona urbana tiene gastos superiores a los de una gasolinera ubicada en un polígono industrial o en áreas rurales, donde el suelo y el mantenimiento resultan más económicos. Además, las grandes marcas suelen contar con personal, tiendas asociadas, servicios complementarios o programas de fidelización, todo lo cual repercute en el precio final del carburante, mientras que las de bajo coste suelen tener un número muy bajo de operarios, cuando no ninguno, y están diseñadas para que sea el propio conductor el que se abastezca de gasolina.
DEPENDENCIA CONTRACTUAL
Otro elemento clave es la dependencia contractual de algunas estaciones respecto a las grandes petroleras. Muchas gasolineras operan bajo acuerdos de suministro que fijan condiciones y precios mínimos, lo que limita su margen de maniobra para competir. En contraposición, las gasolineras ‘low-cost’ o independientes suelen operar con menos dependencia y ajustan su margen para ofrecer precios más bajos, atrayendo a un cliente cada vez más sensible al coste por litro.
Lógicamente las diferencias de precio no han pasado desapercibidas para los consumidores. Según los datos que aportan algunas páginas especializadas en el sector de la automoción, las búsquedas en plataformas digitales de comparación de precios han crecido significativamente. El Ministerio para la Transición Ecológica mantiene un geoportal oficial con los precios diarios de todas las estaciones, herramienta que se ha convertido en una aliada para muchos conductores.
Existe una teoría muy extendida que señala que hay una diferencia de calidad de combustible entre las gasolineras de bajo coste y las tradicionales. En general, las diferencias de precio no suelen deberse directamente a una diferencia real en la calidad del carburante, ya que la normativa española y europea obliga a que todos los combustibles cumplan unos mínimos de calidad, por lo que no se pueden vender carburantes fuera de la norma. Sí es cierto que, a pesar de que todas las gasolineras reciben el carburante base desde los mismos centros logísticos, las grandes marcas suelen añadir aditivos propios, que pueden mejorar la limpieza del motor o el rendimiento, mientras que las gasolineras de bajo coste suelen usar menos aditivos, que en algunos casos pueden ser los mínimos requeridos por la normativa.
