El servicio de orientación telefónica de la Junta de Castilla y León que gestiona la Fundación Anar (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) recibió el año pasado 80.000 llamadas, principalmente de menores de entre 12 y 17 años, frente a las 33.000 registradas en 2020. De las 80.000 llamadas, casi la mitad (47 por ciento) estuvo relacionada con la violencia contra los menores en todas sus formas, como el maltrato físico y psicológico o bien la sensación de sentirse agredidos, y un 18,5 por ciento tuvo que ver con conductas autolíticas o comportamientos de daño autoinfligido como una forma de aliviar el malestar emocional. Los técnicos de Anar derivaron 845 casos para una valoración psicológica con posibilidad de intervención por parte de los profesionales, que contrasta con los 232 de hace cuatro años.
El 35 por ciento de las llamadas eran de jóvenes de 16 y 17 años, que trasladaban que muchas de las situaciones eran generadas por consumo de alcohol, drogas o abuso de las pantallas (teléfonos móviles, tablets, videojuegos y adicción al juego).
Estas cifras se ofrecieron este miércoles durante la jornada ‘Conociendo la salud mental–Cuidadosamente’, celebrado en Valladolid. La vicepresidenta de la Junta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, reconoció la “especial” preocupación por los niños y adolescentes. Blanco se dirigió a los jóvenes que integran el Foro, que son los representantes de los más de 310.000 menores de 18 años que hay en la Comunidad. También conocieron de primera mano toda la red de recursos de la Junta para atender sus necesidades.
El programa ‘Sentia’, mediante el cual se presta apoyo psicológico a niños en situación de desprotección con problemas emocionales, atendió a 506 usuarios el año pasado. Además, la Junta puso en marcha en 2023 la ‘Red de alerta ante la conducta suicida en la infancia y la adolescencia, en el ámbito de los Servicios Sociales’.
