Dean Spielmann, abogado general de la UE, se ha pronunciado a favor de la compatibilidad de la ley de amnistía española con el derecho europeo en su informe dirigido a los jueces del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). El Abogado General considera que la amnistía no contraviene la normativa de la UE en aspectos clave como la lucha contra el terrorismo y la malversación. Considera que los gastos del procés no afectaron a las finanzas de la Unión Europea.
No es la primera vez que las decisiones de Dean Spielmann perjudican los intereses de España. Cuando presidía el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, desmontó la llamada doctrina Parot, la cual evitaba que los etarras condenados por múltiples asesinatos fueran excarcelados en pocos años por la acumulación de beneficios penitenciarios, lo que determinó la excarcelación de 60 de los etarras más sanguinarios.
En este sentido, recordemos cómo durante décadas los etarras fueron protegidos en Europa y cubiertos por un manto de impunidad al ser considerados como refugiados políticos, lo que convirtió a países como Francia y Bélgica en auténticos santuarios etarras.
Y ahora también la Unión Europea ha dejado clara su falta de compromiso con España, dejando que Puigdemont campe a sus anchas por Waterloo, después de haber declarado la independencia unilateral de Cataluña y ser condenado por la justicia española.
Pero existen más agravios con España. Gran Bretaña pudo ser miembro de la UE teniendo una colonia en otro estado de la UE. Es más, todo indica que Gran Bretaña podrá volver a la UE cuando quiera manteniendo una colonia en España. Por otra parte, Francia ha aparcado hasta más allá de 2040, en realidad no sabemos hasta cuándo, la conexión por AVE entre España y Francia por Irún. Y tampoco quieren un gaseoducto español.
Así que eso de los amigos y aliados de España queda un poco en entredicho. Ya dijo Henry Kissinger que en política internacional no existen amigos ni aliados permanentes, sólo intereses permanentes. Es decir, que las relaciones entre los países no son de amistad sino de interés. Así funciona la diplomacia internacional.
Es evidente que la amnistía a Puigdemont es una autoamnistía o la compraventa de una amnistía a cambio de votos para llegar al poder. Sánchez compró los votos de unos delincuentes a cambio de amnistiarles y cambiar las leyes para meterlos dentro de la ley.
De todos modos, ya sabemos cómo funciona la UE. Sus únicas líneas rojas son la Agenda 2030, la ideología de género, el aborto y los temas económicos que la puedan afectar. Esta es la triste realidad.
Aparte de todo lo anterior, con este espaldarazo a la amnistía, Junts volvió a votar con el PSOE, apoyando el desmantelamiento nuclear de España. Poco han durado sus amenazas o su simulacro de divorcio. Todo sigue igual. Junts no va a apoyar nunca una salida al sanchismo. Todo lo que hace son pantomimas intermitentes para subir el precio de su apoyo, sabiendo que Sánchez para seguir en el poder pagará cualquier precio.
En definitiva, como en casi el 90% de los casos el TJUE suele limitarse a dictar sentencia según lo recomendado por el abogado general, aunque su opinión no sea vinculante, todo hace temer que la UE bendecirá la amnistía. Ojalá nos equivoquemos.
Mientras tanto, prudencia en Junts, celebración en el Gobierno, alarma en el PP y VOX , y silencio en Bruselas. Todo ello en un escenario de alta tensión institucional sobre una ley que ha reconfigurado alianzas políticas, tensado la relación entre poderes del Estado y reabierto el debate sobre el encaje territorial en España.
