La Audiencia Provincial de León ha absuelto a los 16 acusados de homicidio por imprudencia grave y lesiones por el accidente que el 28 de octubre de 2013 le costó la vida a seis mineros en el pozo Emilio del Valle de la Hullera Vasco Leonesa, en el municipio de La Pola de Gordón.
En una sentencia de más de medio millar de páginas, conocida este martes, el tribunal también absuelve a las compañías de seguros como responsables civiles directas y a la Hullera Vasco Leonesa, como responsable civil subsidiaria.
El trágico accidente se produjo por un derrabe de carbón que provocó un gran aporte de grisú en la galería de la planta séptima, donde se encontraban las víctimas. Como consecuencia del mismo, el contenido de oxígeno bajó casi de forma instantánea hasta el uno por ciento, lo que ocasionó la muerte inmediata por asfixia a José Antonio Blanco, Juan Carlos Pérez, Roberto Álvarez, Orlando González, José Luis Arias y Manuel Moure .
Cuatro años después, el juzgado de Instrucción número 4 de León determinó la existencia de seis presuntos delitos de homicidio con imprudencia grave y otros de lesiones por imprudencia y argumentó que se trabajaba en la zona afectada sin las medidas de seguridad adecuadas, poniendo en grave peligro la vida, la salud y la integridad física de los mineros, como fatalmente ocurrió.
Entre los 16 imputados en este caso figuran el que fuera presidente de la compañía, Antonio del Valle, el entonces vicepresidente y consejero delegado, Arturo del Valle, el vocal de la sociedad, Aurelio del Valle; los directores general y facultativo, ingenieros y vigilantes de seguridad. Para cada uno de ellos el fiscal solicitó penas de tres años y medio de prisión e indemnizaciones por un importe global de unos dos millones, mientras las acusaciones particulares elevaban sus peticiones hasta los seis años y medio de cárcel. Por su parte, los afectados reclamaron la libre absolución y argumentan que el siniestro fue imprevisible.
Después de ocho semanas de vista oral, el 30 de marzo de 2023 el juicio quedó visto para sentencia.
En las conclusiones finales, el fiscal afirmó que el accidente “se podía y debía haberse evitado”. A su entender, la invasión masiva de grisú que provocó la tragedia “no fue producto de un hecho fortuito, algo imprevisible o inevitable”.
Además, consideró acreditado que no se adoptaron, por parte de los altos cargos y los técnicos que dirigían la compañía en ese momento, las medidas oportunas y no obraron con la “diligencia necesaria para evitar el resultado conocido”. También aludió a que aunque de las pruebas testificales practicadas no se pueda concluir que existieran unas claras señales de alarma, sí había preocupación y temor en los trabajadores que trabajaban en el taller siniestrado.
Por su parte, el abogado del presidente y vicepresidente de la Hullera Vasco Leonesa sostuvo que el accidente surgió “por un caso fortuito o fuerza mayor”. También negó que existiera “temor de los trabajadores por un supuesto riesgo. Nadie señalaba esos miedos” . Además, incidió en que la Hullera Vasco Leonesa disponía de un sistema de prevención y seguridad “adecuado”.
