Alrededor de un centenar de personas participaron en Riaza, tanto de forma presencial como vía online, en un encuentro sobre autonomía personal y envejecimiento en zonas rurales. Un evento celebrado los pasados 13 y 14 de noviembre y organizado por Colectivos de Acción Solidaria (CAS) — del que CODINSE forma parte — que congregó a expertos, representantes institucionales y personas mayores para debatir sobre cómo garantizar su permanencia en los pueblos cuando necesiten cuidados.
El encuentro fue inaugurado por Benjamín Cerezo, edil de Riaza, y contó con la participación de María Isabel Blanco Llamas, consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta, quien destacó el compromiso de la comunidad con el programa ‘A gusto en casa’.
Por su parte, Isabel Renieblas Martínez, presidenta de CAS, reivindicó que “ser mayor es ser experto en vivir” y que “los cuidados son un derecho, no caridad”; mientras que Ana Isabel Esteban Martínez, de Solidaridad Intergeneracional, expuso que las personas mayores aportan el 17% del PIB y destacó la importancia de la prevención, evitando el edadismo, el aislamiento y la pérdida de servicios rurales.
En la sesión, Pilar Rodríguez Rodríguez, de la Fundación Pilares, presentó el Modelo de Atención Integral Centrada en la Persona (AICP) y reivindicó la autonomía como “la capacidad de elegir cómo quiere vivir la persona, un derecho que se mantiene durante toda la vida” y Gustavo García Herrero, de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, desarrolló once claves para permanecer en el pueblo.
La tarde presentó experiencias que demuestran la viabilidad de modelos alternativos. José Vicente Granados explicó el proyecto de Pescueza (Cáceres), donde gestionan desde 2001 un Centro de Día con 20 plazas que atiende a 130 personas. “El dato más esperanzador: el pueblo ha visto nacer 17 niños porque sus padres tienen trabajo gracias al proyecto de cuidados”, agregó.
También se presentaron los proyectos de ‘Envejecer en Muñoveros’ (Segovia), la Mancomunidad Nansa (Cantabria) con programas de acompañamiento contra la soledad, y la red de cuidados de San Esteban de la Sierra (Salamanca) con viviendas adaptadas. Roberto Porras, su alcalde, destacó que “es inviable un modelo de atención integral sin comunidad y espacios comunes”.

Segunda jornada
La programación del 14 de noviembre comenzó con un conversatorio moderado por Maider Azurmendi, del Instituto Matia, sobre cuidados en el medio rural centrados en la persona. La mesa redonda contó con la participación del grupo de personas mayores de CAS, que presentaron un estudio sobre sus propias expectativas, reivindicando su derecho a ser escuchados. A su vez, César Alonso Ponce puso el foco en el reconocimiento a quienes cuidan y Jesús Isabel Martín, de COESPE, defendió la sostenibilidad del sistema público de pensiones.
María Carmen García Martín, coordinadora del CEAS de Prádena, aportó la perspectiva desde los servicios sociales rurales y se planteó crear “un ecosistema amable de cuidados en el que esté implicada toda la sociedad”, defendiendo que “los cuidados son un asunto social, ético y político de primer orden”.
La cita concluyó con el compromiso de “seguir trabajando en red entre administraciones, entidades sociales y, sobre todo, con la participación de las personas mayores como protagonistas de su propio proyecto de vida”. Así, se sistematizaron los aprendizajes y se trazaron líneas de trabajo futuro para avanzar hacia “un modelo de cuidados en el medio rural que garantice la dignidad, la autonomía y el derecho de las personas mayores a envejecer en sus pueblos”.
