Castilla y León ha frenado la tendencia a la baja en el consumo de antibióticos iniciada en 2017, con un incremento del 3,9 % en el último año. Aunque el volumen global aún se mantiene por debajo de las cifras previas a la pandemia, varias gerencias ya se aproximan a los niveles de hace ocho años, y en dos —Salamanca y Segovia— incluso los superan.
En 2024, Segovia dispensó 98.875 envases, ligeramente por encima de los 98.441 de 2017, lo que supone un aumento del 0,44 %. Este repunte se produce en un contexto en el que la Consejería de Sanidad insiste en la necesidad de un uso prudente de los antibióticos para frenar la resistencia antimicrobiana, considerada una de las principales amenazas para la salud pública.
Los datos se difunden coincidiendo con el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos y la Semana Mundial de Concienciación, en la que se refuerzan los mensajes sobre consumo responsable. La resistencia bacteriana avanza en todo el mundo y la OMS recuerda que podría convertirse en la primera causa de mortalidad en 2050 si no se reduce el uso inadecuado de estos medicamentos.
En la comparativa regional, mientras algunas gerencias como Zamora o El Bierzo logran descensos significativos respecto a 2017, Segovia se sitúa entre las que han recuperado e incluso superado ligeramente el nivel previo, en un escenario en el que Sacyl intenta mantener los objetivos marcados por el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos.
