La Junta de Castilla y León — a través de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio — destinó 2,6 millones de euros para la puesta en marcha de la nueva Central de Biomasa de la red de calor de Cuéllar, a través de un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de 15 años de validez. Así lo explicó el consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones durante su visita a estas instalaciones, en las que detalló que sustituirá a la anterior con la adquisición de dos calderas, de dos y tres megavatios, respectivamente.
“Supone una instalación que va a generar calor para los edificios municipales”, entre los que destaca el próximo centro de salud, añadió Suárez-Quiñones. Explicó que la central alimentará a las seis comunidades de vecinos, con 228 usuarios, y en torno a 24 viviendas unifamiliares “un conjunto importante de beneficiarios”.
Este compromiso medioambiental ya se dio en el año 2013 cuando se hizo una renovación de instalaciones y ahora que, según el consejero, “la tecnología ha mejorado en el filtrado de los humos y emisiones”, se llevó a cabo la segunda para que el Ayuntamiento de Cuéllar siga dando calor y agua caliente a los hogares y edificios públicos “de forma más barata, estable y sostenida, sin cambios bruscos en el precio y colaborando a la limpieza de nuestros montes y a hacerlos más resistentes frente a los incendios”.
2.500 toneladas
Esta red de calor, según indicó Suárez-Quiñones, va a generar una necesidad de 2.500 toneladas anuales de biomasa que permitirá “extraerla de nuestros montes, hacerlos más resistentes y eliminar combustible para los incendios” y, también, ahorrar emisión a la atmósfera de 1.850 toneladas de dióxido de carbono al año “ayudando a disminuir el calentamiento global”.
Compuesta por dos ciclones de depuración de humos y partículas, la nueva Central de Biomasa generará una mejoría ambiental “importante” de reducir al máximo cualquier tipo de emisión nociva del funcionamiento de la red de calor.
Inversión en Castilla y León
Por su parte, Suárez-Quiñones se refirió a los 77 millones invertidos en Castilla y León dese que en 1999 comenzaron con las redes de calor que, hasta ahora, ha supuesto el funcionamiento de 70 kilómetros de conducciones con una potencia de 100 megavatios, que da servicio a 3.000 personas y más de 150 edificios públicos.
Su planteamiento, avanzó, es seguir con otros 140 millones de euros de inversión, llegar a los 230 megavatios de potencia y multiplicar por tres las personas beneficiarias y alcanzar los 180 kilómetros de red. “Una apuesta a la sostenibilidad, al ahorro de las familias, por el compromiso con nuestros bosques y favorecer la prevención a través de la limpieza y aprovechamiento de este recurso”, concluyó el consejero de Medio Ambiente.

