A su lado está Sampras y por encima suyo solo Federer: aún quedan años para conocer el lugar definitivo de Rafa Nadal en la historia del tenis, pero su camino apunta ya a lo más alto de lista.
Las cuentas son sencillas. Con su noveno Roland Garros, el español sumó su decimocuarto título de ‘Grand Slam’, empatando con el estadounidense y quedándose a tres de los 17 del helvético, una cifra que el propio manacorí veía inalcanzable hace unos años.
Al número uno no le gusta hablar de superar o no al de Basilea, pero si cumple su gran objetivo a largo plazo, competir en los Juegos de Río 2016, tiene aún como mínimo nueve ‘grandes’ por disputar y la posibilidad de convertirse en el mejor.
«Lo empiezo a ver factible», señaló Carlos Moyá, capitán de la Copa Davis de España y amigo del mallorquín. «El año pasado lo veía complicado después de la lesión que tuvo. No sabemos lo que va a pasar, pero factible es», agregó.
«Es impresionante, todo lo que podamos decir se queda corto. Lo que está consiguiendo es algo increíble. A ver qué hubiese pasado en Australia si hubiera estado al cien por ciento», apuntó sobre el bloqueo en la espalda que sufrió en la final de Melbourne, donde partía como gran favorito ante el suizo Stanislas Wawrinka.
Nadal, que llegaría con 30 años a Río, aseguró en París que igualar o superar a Federer no es algo que le vaya a quitar el sueño. «Es algo que se hace o no se hace y estoy muy feliz de llegar a 14. No me había planteado en mi vida llegar hasta aquí», precisó.
Nadal se alzó con su decimocuarto ‘Grand Slam’ con 28 años y cinco días. Federer ganó en Wimbledon 2012 con 31 años, tres más de los que tiene ahora el español. Sampras dejó la competición después de ganar el US Open 2002, cuando tenía también 31 años.
«Como mínimo, igualará sus 17 títulos», aseguró Manolo Santana. «Eso era algo que, para cualquiera, sonaba imposible. Pero Rafa tiene las condiciones para, si las lesiones lo permiten, hacerlo posible».
Juan Carlos Ferrero, campeón en París, ve a Nadal ganando en la capital gala varios años más. «Si se encuentra bien, tiene muchas posibilidades de alargar la carrera tres o cuatro años más», indicó.
Aunque las cuentas son posibles, en todos los análisis hay una misma preocupación: el físico. Y es que sus músculos y sus huesos parecen los únicos capaces de impedir a Nadal seguir escalando peldaños. «Espero aguantar, porque la cabeza no me va a fallar», apuntó hace unos meses.
Este hándicap mermó su rendimiento en Australia, cuando era el gran favorito frente a Wawrinka. «No sé si le habría ganado, pero no competí», manifestó.
La ilusión de Nadal a largo plazo es representar a España en los Juegos de Río 2016, que se disputan sobre arcilla. «Llegar a Río es una motivación que tengo desde el primer momento que no pude estar en Londres», señaló.
Y en su camino tiene por delante tres Wimbledon, dos US Open, dos Abiertos de Australia y dos Roland Garros más. Y es que, lo que hace un tiempo él mismo veía «a años luz», hoy parece al alcance.
