El Viveros Herol Nava se vio en el fondo del abismo, pero logró salir a tiempo para doblegar por 30-32 al OAR Coruña tras forzar la prórroga después de que el cuadro local entrara en los últimos diez minutos de encuentro con una ventaja de tres goles.
Salió el conjunto segoviano con hambre a la pista, intentando hacerse fuerte en defensa y evitar un primer tirón de un Coruña que se sabía iba a salir muy motivado a la pista. Dos buenas defensas mostraron a un Viveros Herol Nava consciente de lo que tenía que hacer… y dos malos ataques enseñaron de dónde viene el equipo tras un malísimo mes de octubre.
Los goles fueron cayendo a cuentagotas porque las defensas se imponían con claridad a los ataques en un inicio de partido con más errores que aciertos. El 1-2 de los primeros cinco minutos así lo señalaba, con el BM Nava muy fuerte por el centro, y el Coruña con los laterales profundos intentando cortocircuitar el ataque segoviano en el que Otero se situaba en el lateral derecho, lo que ofrecía algo más de continuidad a los ataques a costa de perder lanzamiento exterior por ese lado.
Buenos minutos
Pero poco a poco la defensa segoviana se fue imponiendo, dejando en muy poco los ataques de un conjunto local que se encontraba con pocas alternativas. Aunque no fue hasta el ecuador de la primera mitad cuando el equipo de Álvaro Senovilla comenzó a abrir la brecha, las sensaciones sobre la pista no eran en absoluto malas, y el 4-7 del minuto 15 se convirtió en un 5-10 en el 18 que obligó al técnico local a parar el encuentro, aunque no la sangría porque a menos de diez minutos para la conclusión un Viveros Herol lanzado y aprovechando los momentos de duda del Coruña, se escapaba en el electrónio (7-14).
Pero un equipo en crisis no sale de ella de un día para otro, y bastó con que el conjunto visitante se tomara un respiro para que los jugadores coruñeses aprovechasen el hueco y se metieran hasta la cocina. Un gol aquí, una contra allá, el portero local que comienza a hacerse grande… y Senovilla que lo vio venir paró el partido con 9-14 a poco más de cuatro minutos para el descanso.
En barrena
De poco le sirvió, porque el Balonmano Nava entró en barrena. Los ataques se convirtieron en una colección de errores, ya fuera en los lanzamientos, ya en los pases, y el OAR Coruña sacó partido de todos y cada uno de ellos, con mención especial para el contragolpe de los últimos cinco segundos de partido y que llevó el electrónico a un inquietante 13-15, lo que significaba un parcial de 6-1 en los últimos ocho minutos de primer tiempo.
El reinicio del partido del Balonmano Nava fue lo suficientemente bueno como para pensar en que lo peor había pasado, con la defensa en buena línea pese a un par de exclusiones, pero con el marcador más o menos controlado (16-19) pasados casi diez minutos de segunda parte.
Pues podía ser peor
Pero lo peor estaba por venir. Y vino. Sin saber exactamente la razón, el equipo segoviano bajó su rendimiento de una manera brutal en ambas áreas. Tanto fue así que, como el que no quiere la cosa, un (buen) equipo de División de Plata le endosó un parcial de 6-0 que llevó el duelo del 16-19 al 22-19. Y gracias a que Buda mostró su calidad el castigo no fue mayor para un Viveros Herol en el que tan solo Brais, y de manera intermitente, parecía querer dar un paso adelante.
Nava era un despropósito constante, impotente en ataque y demasiado permeable en defensa. Pero el OAR no supo sacar todo el rédito a los horribles minutos de los visitantes, que cuando comenzaron a reaccionar vieron que, pese a todo, no estaban demasiado lejos de poder competir por el partido.
Y comenzó la reconquista, con Óscar Marugán como estilete. Fallando muchísimo, pero con los de casa errando aún más, el Viveros Herol entró con el encuentro empatado a minuto y medio para el final, con bola para ponerse por delante. Pero Brais falló ante el portero local.
Los de casa no mataron el partido
En el ataque posterior para ganar, el Coruña volvió a encontrarse con Buda, pero de nuevo con bola para el 25-26, la ofensiva navera se quedó en nada, por lo que finalmente se llegó a la prórroga.
En la primera parte del tiempo suplementario se le notó al Coruña la ‘depresión’ propia de quien ha tenido en la mano la victoria pero la ha dejado escapar, y el Balonmano Nava, sabedor de que tenía una vida extra, quiso aprovecharla con un parcial de 0-4 pese a la exclusión de Carró.
Las intervenciones de Buda y el paso adelante que dieron algunos jugadores en los momentos determinantes acabaron decantando la balanza en favor del conjunto de Álvaro Senovilla
Con 26-29 se entró en los decisivos cinco últimos minutos de partido, con los locales atacando de siete, y pasando a defensa 5:1. Nava sólo tenía que contemporizar, y jugar con la ansiedad del contrario, pero volvió a empeñarse en complicarse la vida de manera incomprensible, perdiendo balones y recibiendo un parcial de 3-0, roto por Lufuanitu con un gol desde el extremo. Y a pesar de que Coruña se situó de nuevo a un solo gol faltando medio minuto para el final, esta vez el Balonmano Nava jugó los últimos 30 segundos como un equipo de Liga Asobal, marcando el definitivo 30-32 que rompe una racha de derrotas… aunque queda muchísimo por mejorar.
