Este martes 4 de noviembre es el cuarto y último día en el que los técnicos superiores sanitarios de toda España están en huelga. En tres jornadas, 30 y 31 de octubre y 3 de noviembre, solo en el Hospital General de Segovia, se han dejado de hacer 10.000 pruebas, según los convocantes.
Ayer lunes, en Castilla y León, el seguimiento de la huelga se cifró en un 64,3%. En atención hospitalaria, el seguimiento ascendió a un 70,51% y en atención primaria se quedó en un 6,74%. En la provincia de Segovia, la Gerencia Regional de Salud cifró en 56 los profesionales que no acudieron a su puesto de trabajo, un 87,5%.
Detrás de esos números hay un pequeño “ejército invisible” que puede ralentizar mucho el día a día de un hospital. Paqui Sánchez es una técnica de rayos x del Hospital Central de Segovia que ha secundado la huelga estos días y que, junto a sus compañeros, ha ido a su puesto de trabajo, pero no a trabajar. “Hemos ido a dar la cara, a explicar a los pacientes que es lo que nos ha llevado a la huelga. Otros colectivos, cuando van a la huelga cierran la puerta, nosotros la abrimos”, asegura, la huelguista, que no pertenece a la organización convocante del paro, el Sindicato Estatal de Técnicos Superiores Sanitarios.
Es Paqui la que habla de “ejército invisible” para explicar cómo ochenta profesionales pueden paralizar el Hospital General de Segovia, que tiene una plantilla de 2.000 personas. “Somos invisibles, pero también el sistema nervioso central de la atención sanitaria”, comenta.
¿Quién forma ese ejército? En el hospital segoviano son los técnicos de rayos x, los técnicos de laboratorio y los del servicio de anatomía patológica. En centros más grandes, también serían los documentalistas sanitarios o los higienistas dentales. Resumiendo, los que llevan bata blanca y distintivo gris.
Servicios mínimos
¿Qué es lo que se ha dejado de hacer durante estos días de huelga? Fundamentalmente, pruebas diagnósticas no urgentes. Rayos x programados, preoperatorios y TAC. Los servicios mínimos han llegado a las urgencias y por cuestiones obvias a las mamografías del cribado del Sacyl.
Esta huelga afectará a las ya largas listas de espera, aunque Paqui Sánchez asegura que la mayoría de los pacientes que tenían programados un TAC para estos días se han ido a casa con una cita nueva. “Los compañeros de Administración han hecho un gran trabajo para evitar en lo posible las molestias a los pacientes”.
La técnica de rayos x es consciente de que precisamente son los pacientes los mayores damnificados por la huelga. “Pero no podíamos hacer otra cosa. Es la única forma de protestar que tenemos. Hace 20 años ya fuimos a la huelga por el mismo motivo. Entonces muchos compañeros hicieron huelga de hambre en la Complutense durante cuarenta días. Ahora, veinte años después estamos igual o peor. Estamos cansados de que se nos ningunee cuando somos un colectivo básico”.
Al estar “a pie de puerta” durante esta huelga, Paqui Sánchez ha podido ser testigo de cómo se han tomado los pacientes el paro. “La gente entiende nuestras reivindicaciones. Evidentemente, el que lleva tres meses esperando un TAC y no se lo ha podido hacer, se ha indignado. Pero no ha habido ningún episodio desagradable ni denuncias. Creo que se ha puesto una reclamación, eso es todo”.
¿Qué es lo que solicitan los técnicos? Paqui ya participó en las movilizaciones de hace veinte años y lo resume en tres puntos. Primero. “El reconocimiento de grado universitario para nuestra profesión, algo que ya se nos prometió en 2005. Una promesa que no recogió el actual Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud, que es de 2003; ni recoge el borrador del futuro que ya está en el Congreso”.
Segundo. “El pago de grupo B, otra promesa del Gobierno que se remonta a 2007 y que no llega a formalizarse”.
Tercero. “Necesitamos homologar nuestra formación a la del resto de Europa. Un técnico de rayos x español no puede trabajar en ningún país de Europa, pero un técnico de rayos x de cualquier país de Europa sí puede trabajar aquí. Y eso es indignante”.
Formación
Actualmente, los técnicos superiores sanitarios llegan a los hospitales y los centros de salud tras cursar un grado superior de FP. “Nada que ver con la formación que recibimos los técnicos que ahora estamos por jubilarnos”, se lamenta Paqui. “Entonces, solo se podía estudiar en hospitales universitarios, ahora, los jóvenes llegan después de pasar dos años en el instituto y completar tres meses de prácticas, 360 horas. Nosotros hacíamos 1.800”.
Ante la falta de respuestas de las administraciones, los técnicos superiores sanitarios se han visto obligados a ir a la huelga, según Paqui. “No se firma un Convenio Marco cada año, se hace cada veinte. Ya dejamos pasar el actual, si también nos ningunean en el próximo pasarán cuarenta años y algunos nos jubilaremos y las promesas que nos hicieron no se cumplirán”, se lamenta.
