La historia que tantas tardes se había repetido en La Albuera esta vez cambió de desenlace. Porque la Gimnástica Segoviana, de nuevo sobre su feudo y en esta ocasión con el Burgos B como rival, no pudo prolongar su pleno de victorias en casa, aunque sí mantuvo su condición de invicta tras firmar un empate sin goles (0-0).
El punto permite al conjunto de Iñaki Bea seguir instalado en la zona alta de la tabla, a un solo punto del liderato, pero deja el regusto amargo en clave azulgrana por su falta de acierto para terminar de culminar una nueva alegría. Y es que, la Segoviana, que perdonó en la primera parte y sufrió de lo lindo en la segunda, volvió a encontrar en Alejandro Postigo a su mejor argumento para al menos no marcharse de vacío y evidenciar, un día más, que la figura del joven guardameta gimnástico es ya más presente que futuro.
Para la contienda, el técnico gimnástico tuvo que recomponer su once por las ausencias de Morata y Borre, ambos con molestias. Bea introdujo dos cambios respecto al equipo que venció en el Helmántico: Juanma y Pau ocuparon las bandas, mientras que Ivo y Álex Castro esperaron su oportunidad desde el banquillo. Así, la Segoviana formó con Postigo en la portería; Iker y Rubén en los laterales; Josín y Silva como pareja de centrales; René y Diego Campo en el doble pivote; Juanma y Pau en bandas; Fer Llorente como enganche y Marc Tenas como referencia ofensiva.
Ya sobre el verde, el choque comenzó igualado, de poder a poder y sin un dominador claro. La Segoviana intentó imponer su ritmo desde el flanco izquierdo, mientras el Burgos B, valiente y descarado, no se achantó. El filial burgalés avisó primero con un centro lateral que despejó Silva y un gol anulado a Ricoy por fuera de juego. A partir de ahí, el cuadro gimnástico fue creciendo, apoyado en la calidad de Diego Campo y la pausa de Fer Llorente, que comenzaron a adueñarse del balón.
Postigo y la madera, a escena
El dominio gimnástico se acabó traduciendo en ocasiones, aunque sin fortuna y con la madera como máxima culpable. Marc Tenas estrelló un potente disparo en el palo tras un córner, y en la acción siguiente fue Silva quien repitió destino con un cabezazo. Para entonces, el equipo azulgrana ya había inclinado el campo hacia lado visitante, encerró a su rival y acumuló llegadas, pero no el gol. Fueron sus mejores minutos, aunque instantes previos Postigo volvió a vestirse de héroe gimnástico con un pie salvador sobre Ricoy tras un error de Diego Campo en un pase hacia atrás con ambos centrales abiertos.
De ahí al descanso, el equipo azulgrana siguió insistiendo. René remató débil de cabeza a las manos del portero visitante, y Fer Llorente probó desde lejos, aunque sin éxito. Y es que, por quinta jornada consecutiva en La Albuera, la Segoviana se volvió a marchar a vestuarios sin ver portería.
La segunda parte arrancó con otro guion. El conjunto de Carlos Aguilera dio un paso al frente, mientras la Segoviana, de más a menos, perdió el control. Cerca estuvo de pagarlo. El filial burgalés, más atrevido, olió sangre y encontró espacios en las transiciones hasta perdonar en tres ocasiones el 0-1. El culpable, sí, otra vez él. Postigo. Con un amplio abanico de paradas, el guardián gimnástico mantuvo de pies a una Segoviana llena de dudas con un nuevo mano a mano detenido y dos grandes intervenciones a disparos lejanos.
Sin traca final
De esta manera, con el cuadro azulgrana ‘groggie’ y tocado que no hundido, Iñaki Bea trató de rehacer al equipo, primero con la entrada de Josep Jaume por Iker y más tarde con una doble ventana buscando recuperar el balón y terreno perdido en la que dio entrada a Ivo y Samu Manchón por Juanma y Marc Tenas. Fue clave. Porque dicho cambio de piezas dio oxígeno a la Segoviana que, poco a poco, retomó el control, frenó el ciclón burgalés y, de paso, volvió a mirar portería contraria. Lo probó Samu Manchón sin éxito con un disparo blando desde dentro del área tras una gran jugada combinativa y, minutos más tarde, Rubén con un disparo potente que blocó Diego.
Así, con el encuentro agonizando y un Burgos B que para entonces comenzaba a ver con buenos ojos el empate, una Segoviana más reconocible comenzó a buscar el botín que tardes atrás siempre había encontrado. Pero esta vez no tuvo recompensa. Porque en las últimas acciones del duelo, ni Ivo tras un disparo a bocajarro en el segundo palo, ni Fer Llorente con un cabezazo algo forzado encontraron el premio del triunfo en un final que, para más inri, acabó con la expulsión de Josín por doble amarilla tras varias protestas al colegiado.
Así, con este empate, la Segoviana dejó escapar la oportunidad de dormir en lo más alto de la clasificación, aunque mantiene intacta su condición de invicta en casa y su ambición por un liderato transformada en una carrera de fondo que, con el paso de las jornadas, comienza a tener muchos aspirantes.
