Quería compartir con los lectores de El Adelantado lo que he podido investigar de cara al reciente congreso Fe y materia que el Cabildo ha organizado con motivo del V centenario de la bendición de la primera piedra de la catedral. En este artículo recojo resumidamente lo que ha quedado reflejado en las actas capitulares, boletín oficial del obispado, y en la memoria de los que lo hemos vivido, sobre la liturgia y los ejercicios de piedad en la catedral desde mediados del siglo pasado hasta la actualidad.
ACONTECIMIENTOS
La catedral ha sido testigo o se ha hecho eco de una gran cantidad de acontecimientos en estos ochenta últimos años. Por orden de importancia aludimos en primer lugar al Concilio Vaticano II por cuyos frutos se rezó, y despidiendo y recibiendo oficialmente el cabildo al obispo diocesano Mons. Llorente de Federico, padre conciliar.
Otro momento importante también para el cabildo es la elección de nuevos papas u obispos, tocando las campanas, organizando la toma de posesión de los segundos.
Un hecho del todo singular fue la visita del papa san Juan Pablo II a Segovia para rezar ante el sepulcro de san Juan de la Cruz, participando el cabildo en la liturgia de la palabra al pie del Acueducto.
El cabildo se unía a los acontecimientos extraordinarios de orden civil como la proclamación de un nuevo rey.
A nivel de Iglesia universal o nacional la catedral se sintió vinculada sobre todo en lo de más relevancia. En ámbito diocesano se celebraron fiestas litúrgicas, jornadas y encuentros de asociaciones y movimientos, y otros eventos.
En la catedral se han celebrado aniversarios conmemorativos de santos y beatos, y Misas de acción de gracias. También congregaciones religiosas y la prelatura del Opus Dei han querido tener en la catedral aniversarios, o aperturas de curso de sus colegios.
Como es lógico, tuvieron así mismo lugar misas encargadas por el régimen político anterior a 1978. El cabildo como institución de la ciudad es invitado a los actos de las otras corporaciones. Las instituciones de carácter civil pedían al cabildo se celebrase en la catedral a su patrono, o se tuviese una misa por su reunión anual.
Como no podía ser menos el cabildo ha mostrado sensibilidad hacia todo lo relacionado con la familia, primera célula de la iglesia y de la sociedad, acogiendo lo que pudiera afianzarla.
Como consecuencia del covid-19 la catedral estuvo cerrada al turismo 105 días abriéndose el 26 de junio de 2020. El obispo celebró diariamente misa en la catedral observando las medidas de prudencia para evitar contagio, pudiendo participar, a pesar de las restricciones gubernamentales, quien lo desease.
En este periodo varios miembros del cabildo, Arturo Hernández Otero, Dionisio Yubero Galindo, Hilario Sanz Sanz, José Miguel Espinosa Sarmiento, han publicado o colaborado en varios libros con la intención de un mayor conocimiento de la catedral en aras de la evangelización.
Viene siendo habitual el que instituciones religiosas y civiles pidan algún espacio de la catedral para una exposición. Normalmente han tenido lugar en el claustro.
Este año se está celebrando el V centenario de la bendición de la primera piedra de la catedral. Además de este congreso Fe y materia, conciertos y otras actividades, cabe destacar cómo Segovia acogió en la semana de Pascua las Jornadas nacionales de cabildos, en torno a la música sacra, y también la Misa del V centenario retransmitida por la 2 TVE el 8 de junio.
REFORMA LITÚRGICA DE SAN PABLO VI
La primera constitución promulgada por el Concilio Vaticano II fue la Sacrosanctum concilium sobre la sagrada liturgia el día 4 de diciembre de 1963. Con ella y los decretos de aplicación posteriores nos encontramos con la que podemos llamar Reforma litúrgica de san Pablo VI.
Poco a poco se irían asumiendo las directrices de la reforma, especialmente lo que se refiere al uso de la lengua vernácula. Siguiendo con la adaptación a la nueva normativa litúrgica, en 1969 se toman una serie de acuerdos.
Veinticinco años después de la Sacrosanctum concilium, era una buena ocasión para hacer balance, y junto a logros no faltaron deficiencias, como hizo ver Mons. Palenzuela en un cabildo extraordinario presidido por él. A su juicio se había depreciado la celebración de la Eucaristía, y animó a celebrar bien, preparar el canto y la participación del pueblo cuidando las moniciones. Para él sin unción no hay vivencia religiosa. Recordó la visión del cardenal Garrone sobre el fallo en occidente de la reforma litúrgica y del sentido de lo sagrado. El cabildo tenía este reto pudiendo invitar a comunidades religiosas, parroquias en días señalados. Además de la Eucaristía, el Oficio divino, predicación, actos penitenciales, ciclos de determinados problemas, conferencias.
En 2010 hubo visita pastoral del obispo Mons. Ángel Rubio manifestando que deseaba que la catedral fuera el primer templo cultual de la diócesis, y no sólo cultural; que se potenciara la misa diaria de 10 con laudes; que se hicieran folletos para laudes y bodas; que podría confirmar en Pentecostés a adultos, y en el domingo de la Trinidad a otros que lo quisieran ser; que veía la vigilia pascual como el momento más apropiado para bautizar el obispo. Ya de puño y letra quería que se dignificaran y potenciaran las celebraciones en la catedral. Se le informó sobre las obras y el estudio de calefacción para la catedral. Un poco más adelante manifestó que deseaba que su escudo fuera fijado en el sillón de la sede.
De todo lo anterior no cabe duda del esfuerzo del cabildo para hacer realidad la reforma litúrgica de san Pablo VI: el rezo y canto de la asamblea en castellano, lectores, acólitos, uso del órgano e incienso para el culto solemne, inversión en sonido, iluminación, y todo lo que pudiera facilitar la participación activa e interior de los fieles.
REMODELACIÓN DE LOS PRESBITERIOS
La reforma litúrgica de san Pablo VI afectó muchos años después a la fábrica de los presbiterios de la catedral, el de la capilla del Santísimo en 2010, y el de la capilla mayor en 2017. Un largo proceso, motivado en parte por la necesidad de contar con el permiso de la Junta de Castilla y León y los escasos recursos con que contaba el cabildo en el último tercio del siglo XX.
Ya en 1970 se decidió hacer un altar cara al pueblo (entiendo que el de la capilla mayor), y la posibilidad de cambiar el actual tras el asesoramiento de técnicos cualificados.
En 1991 en cabildo extraordinario el obispo Palenzuela señaló que el principal objetivo de la catedral era la celebración del culto con la máxima dignidad. Pidió cátedra preeminente y ambón fijo con más cuerpo. Comentó que la catedral podría contribuir a recuperar el sentido diocesano frente al de parroquia tan fuerte en esta diócesis. Para él el poner calefacción facilitaría tener más celebraciones en la nave central. Advirtió que si la catedral se convierte en museo el obispo tendría que escoger otra iglesia para colocar su cátedra. El cabildo tenía claro que la catedral debía estar primordialmente al servicio de la liturgia. En 1992 hubo otro cabildo extraordinario con el obispo en que éste insistió en lo que dijo en diciembre añadiendo que la vía sacra no tenía ninguna función.
En 1992 hubo otro cabildo extraordinario presidido por este obispo y con la presencia del arquitecto Gerardo Cuadra, a quien dos años antes se le había encomendado estudiara los dos presbiterios de la catedral conforme a las exigencias litúrgico- pastorales. Respecto al presbiterio de la capilla del Santísimo el arquitecto propuso una gran plataforma de granito donde se pondrían altar, sede y ambón. En el de la capilla mayor veía la conveniencia de limpiar del todo el presbiterio y crearlo de nuevo trasladando las 3 rejas. El obispo y capitulares coincidían en el traslado de la baranda.
En 1995 el obispo Palenzuela presidió el cabildo ordinario y reiteró el peligro que corren las catedrales de secularizarse en parte por encontrarse en el centro de las ciudades y en parte por el creciente aumento del turismo y de los museos. También dijo que se había devaluado la liturgia, y que deseaba que el altar mayor fuera el altar de la catedral, no el de la capilla mayor. El fabriquero informó sobre los pasos que se habían dado desde 1991 En este año de 1995 se seguía avanzando apareciendo ideas del arquitecto Gerardo Cuadra como que la vía sacra respondía a una visión del culto con separación de clero y laicado, se insiste en la importancia de la visibilidad, de la necesidad de mantener un espacio arquitectónico en uso activo, de cambiar de lugar obras artísticas. Los capitulares ante las soluciones propuestas por este arquitecto prefieren que las verjas sean colocadas en la girola, y la colocación de dos plataformas en la remodelación del presbiterio. El fabriquero siguiendo criterios eclesiológicos y litúrgicos manifestó la importancia de que el Pueblo de Dios había de sentirse reunido en torno a la Palabra de Dios y el altar servidos y presididos por el obispo, y esto tiene que quedar claro incluso fuera de las celebraciones.
En 2001 el obispo Gutiérrez pide en visita pastoral que se encomiende a algún técnico el proyecto de reforma de la capilla del Santísimo sobre el sagrario, altar, ambón, cátedra, confesonarios y bancos. En cuanto a la capilla mayor considera que puede procederse a la colocación del altar en medio de la capilla vista la utilidad, y de los otros elementos. En 2003 pidió se estudiaran las reformas, pero el cabildo lo descartó por la exposición Las Edades del Hombre, y al año siguiente recordó al cabildo las reformas que había que hacer en la capilla del Santísimo.
En la visita que en 2007 D. Ángel Rubio que como nuevo obispo comentó también la necesidad de reformar el presbiterio de la capilla del Santísimo. En 2008 se decidió encargar algún proyecto más bien a la Junta o a Talleres de Arte Granda y poder comparar. Granda presentó su proyecto el 22.1.2009. En 2009 se quería que Gerardo Cuadra viniera a explicar el suyo. En 2009 fue invitado a cabildo el director general del patrimonio quien valoró los proyectos de Granda y Cuadra, sugiriendo encargar un proyecto al arquitecto Juan Carlos Arnuncio, que también presentaría más adelante otro para la capilla mayor. En 2010 se dieron sugerencias de mejora sobre el proyecto a este arquitecto, y se siguieron dando pasos. Finalmente el 14 de noviembre de 2010 se bendijo el nuevo altar de la capilla del Santísimo, poniéndose una imagen románica en este presbiterio en 2018.
Unos meses después de su toma de posesión el obispo César Franco pidió la reforma del presbiterio de la capilla mayor, siguiéndose adelante. En 2016 se llegaría a apoyar uno de los 2 proyectos de remodelación del presbiterio de la capilla mayor, el del arquitecto Mas Guindal. Dos capitulares, sin embargo, expresaron que convirtiendo toda la capilla mayor en presbiterio se alejaba a un centenar de fieles del altar sin necesidad ya que el espacio del presbiterio existente era suficiente. En 2017 continuó la remodelación del presbiterio de la capilla mayor hasta su bendición el 16 de julio en el 249 aniversario de la dedicación de la catedral.
Como hemos visto tanto el cabildo como los obispos querían unos presbiterios acordes con la reforma litúrgica de san Pablo VI. Ha sido una meta alcanzada en lo funcional, para algunos discutible en la armonía con los estilos arquitectónicos que los albergan.
