El Cochinillo Segoviano volvió a ganar, en esta ocasión fuera de casa en la pista de la Universidad de Burgos Babieca, superando de una manera muy clara a un conjunto burgalés que hasta la fecha había ganado más encuentros que el equipo segoviano, pero que se vio impotente ante el mejor hacer del cuadro visitante.
El equipo dirigido por David González hizo valer su mayor acierto desde la línea de tres puntos. Trece triples segovianos, por cuatro burgaleses, marcaron la diferencia que comenzó a abrirse ya en un primer período en el que el desacierto local llevó a las visitantes a establecer sus primeras ventajas, no demasiado grandes con un 12-18 acabados los primeros diez minutos, pero que paulatinamente se fueron haciendo más grandes.
Además del acierto en el lanzamiento de tres puntos, El Cochinillo también supo cimentar su ventaja en el buen hacer bajo el tablero, cerrando el rebote defensivo e impidiendo de esta manera las segundas acciones de las jugadoras de la Universidad de Burgos. Casi un tercio de los rebotes que le dieron la posesión a las segovianas cayeron a las manos de María Sanroma, una de las jugadoras más destacadas del conjunto visitante, no sólo por sus trece rebotes sino también por los doce puntos anotados.
Victorias en todos los parciales
Con estas premisas, dominando el rebote y teniendo acierto en la línea de tres, era lógico que El Cochinillo fuera dominando el encuentro cada vez más. Así, al descanso del encuentro la ventaja de quince puntos (27-42) era destacada, ya no sólo por el buen hacer ofensivo, sino también por haber dejado al oponente por debajo de los treinta puntos anotados, un buen logró jugando fuera de casa.
Quiso elevar el nivel la Universidad de Burgos intentando volver a meterse en el partido, y por momentos llegó a reducir la desventaja, pero nunca hasta un punto que preocupara de más a David González, que fue moviendo el banquillo y dando aire a las jugadoras para llegar al último cuarto con la sensación de tener el choque más que controlado.
Y así fue, porque la renta de diecisiete puntos con la que El Cochinillo Segoviano entró en los últimos diez minutos de partido se convirtieron en una montaña imposible de escalar por las jugadoras burgalesas. El cuarto final tuvo poca historia, con el conjunto segoviano moviándose sin complicaciones sobre la pista, y la Universidad de Burgos deseando que llegara un final de partido que dejó la diferencia en los 24 puntos.
