La Sala Blanca del Ayuntamiento de Segovia acogía este domingo un acto lleno de emoción y cercanía con motivo de las celebraciones de San Frutos, patrón de la ciudad. En él se ha rendido homenaje a las personas centenarias del municipio y se ha dado la bienvenida a los nuevos “majos” y “majas”, vecinos que se han empadronado en Segovia durante el último año.
El evento, descrito por los asistentes como “entrañable, simpático y cercano”, ha estado presidido por el alcalde de Segovia, José Mazarías, acompañado por el concejal de Cultura, Juan Carlos Monroy, y el concejal de Festejos Patronales, Gabriel Cobos, quienes fueron los encargados de entregar las distinciones.
El primero en recibir su reconocimiento ha sido Rafael Escobar Arejula, quien el pasado 24 de octubre cumplió 100 años. El alcalde, al felicitarle, destacó que “Rafael es testigo vivo de la historia de Segovia y un ejemplo de valentía, superación y experiencia”.
Durante el acto, Escobar recordó con afecto a Ramón Escobar, quien también fue alcalde de la ciudad, compartiendo así un entrañable guiño a la memoria colectiva segoviana.
Tras el homenaje, el alcalde y los concejales fueron llamando, uno a uno, a los dieciséis nuevos segovianos que acudieron al Ayuntamiento para recibir su diploma y la tradicional escarapela que les acredita como ‘majos’ y ‘majas’, expresión popular muy arraigada en el habla segoviana.
Entre los distinguidos se encontraban personas de distintas edades y procedencias -Ecuador, Japón, Madrid, Murcia, Bilbao o León, entre otros lugares- que, por diversos motivos, han decidido hacer de Segovia su nuevo hogar.
Mazarías expresó su agradecimiento a todos los asistentes, subrayando la relevancia de esta iniciativa: “Cada persona que se empadrona en Segovia es importante. Nos llena de orgullo comprobar cómo cada vez más gente decide quedarse a vivir en nuestra ciudad”, señaló.
