Castilla y León cerró el segundo trimestre del año 2025 como la segunda comunidad de España donde más viviendas se compraron al contado. En concreto, cuatro de cada diez (40,4 por ciento) de las operaciones realizadas entre abril y junio fueron realizadas sin necesidad de acudir a un crédito hipotecaria frente al 27,9 por ciento en el conjunto de España. Un porcentaje que solo fue superado por Valencia, que alcanzó el 43,9 por ciento, influenciado por el peso de los extranjeros en el mercado inmobiliario. La tasa registrada en la Comunidad ha tenido continuidad en los meses de verano, ya que en julio alcanzó el 42,9 por ciento y en agosto, un 44 por ciento.
La Estadística Registral Inmobiliaria, elaborada por el Colegio de Registradores de la Propiedad recoge que durante el segundo trimestre de este año se formalizaron 9.108 compraventas de viviendas en Castilla y León, de las 5.424 fueron con hipoteca y 3.684 sin crédito hipotecario. Es decir, entre los meses de abril y junio, más de 3.600 casas se adquirieron a ‘tocateja’.
El alto porcentaje de viviendas compradas sin hipoteca contrasta con las bajísimas tasas existentes en Madrid (3,5 por ciento) y País Vasco (4,1 por ciento). Son, con mucha diferencia, los territorios donde más uso se hace del préstamo hipotecario, algo relacionado con el elevado coste de las viviendas. “Las zonas en las que el precio de la vivienda es superior normalmente se recurre en mayor proporción a la financiación hipotecaria y viceversa”, precisó el Colegio en su informe.
A falta de conocer el comportamiento en el tercer trimestre del año, la realidad es que Castilla y León lleva un tiempo en que la compraventa de viviendas al contado está por encima del 40 por ciento. En el año 2023, el 42,6 por ciento de las casas fue adquirida sin financiación hipotecaria. Algo que estuvo relacionado por la subida de tipos aprobada por el Banco Central Europeo (BCE) para controlar la inflación en la zona euro, hasta el punto de situar el Euribor en el 4,1 por ciento. Por lo tanto, las personas que contaban con suficiente dinero optaban por pagar la totalidad de la casa, sin necesidad de acudir a una entidad bancaria.
La media del principal índice de referencia para las hipotecas a tipo variable bajó al 3,5 por ciento en 2024 pero la compra de viviendas en la Comunidad sin recurrir a financiación hipotecaria se situó en el 43,5 por ciento en el tercer trimestre de ese año (nueve puntos más que en España) y en el 40,3 por ciento en el cuarto (doce puntos más que en el total nacional).
La única bajada significativa tuvo lugar en el primer trimestre de 2025 cuando el porcentaje fue del 32,3 por ciento en Castilla y León, que fue dos puntos menos que en el país. Fue un espejismo ya que en el segundo trimestre de este año volvió a subir hasta el 40,4 por ciento y continuó con esa senda alcista los meses de verano. En julio pasado, los registradores de la propiedad contabilizaron 3.254 compraventas de viviendas en la Comunidad, de las que 1.858 fueron con un crédito hipotecario y 1.396, al contado (42,9 por ciento). En agosto, se vendieron un total de 2.689 casas, de las que 1.507 fueron con hipoteca y 1.182, a ‘tocateja’ (44 por ciento).
Agosto de 2023 ya rompió la tendencia cuando más de la mitad de las viviendas de la Comunidad se compró al contado, hasta el 53,4 por ciento. El mismo mes de este año estuvo por debajo pero marcó un porcentaje importante del 44 por ciento, que significó 14 puntos más que en el conjunto del país. Hace dos años estaba justificado por el nivel del Euribor pero, ahora, con la relajación de los tipos de interés, se puede pensar que el comprador habría acudido a los bancos para comprar una casa a plazos. Pero la realidad es que hay mucha gente que no quiere verse obligado a pagar intereses.
El ladrillo como inversión
Se trata de personas con mucho poder adquisitivo que adquiere activos inmobiliarios como viviendas no para vivir sino para invertir. Y es que todo parece indicar que el ladrillo se ha vuelto a convertir en una inversión segura, ante la baja remuneración de los depósitos. Algo que se da, por ejemplo, en las zonas turísticas como Valencia y Murcia, donde muchos extranjeros con dinero compran segundas residencias.
A ello, se suma que la escasez de oferta lleva a pensar en comprar una casa, por todos los medios, cuanto antes. Castilla y León siempre ha presumido de ser ahorradora y muestran de ello son los depósitos bancarios. El ahorro de los castellanos y leoneses sigue en niveles muy elevados y a mediados de 2025 rondaba los 78.490 millones de euros. El guarismo de depósitos es un dos por ciento inferior al máximo de la serie histórica alcanzado en 2022, con 80.105 millones de euros.
Y es que hay ciudadanos que pueden permitirse el lujo de no recurrir a la financiación hipotecaria, ya sea por ahorro previo, por la venta de una vivienda anterior, con la que logran liquidez, o gracias a contar con el apoyo de los familiares o son beneficiarios de una herencia.
