Sobre las 14.45 horas de este martes el padre de dos chicas que estudian en el IES Peñalara del Real Sitio de la Granja de San Ildefonso recibe una llamada a la que no daba crédito. “Papá, vamos a llegar un poco más tarde porque al autobús se le han salido dos ruedas y estamos parados al lado de la carretera”, le avisa la menor de las niñas desde el otro lado de la línea telefónica. Pensando que es una broma, el progenitor le dice que se deje de tonterías y que le pase a su hermana mayor, quien le confirma la historia. El padre, profesor en otro colegio y que prefiere guardar el anonimato, se levanta como un resorte, asustado, llama a la Guardia Civil y enseguida coge el coche para dirigirse al lugar del suceso.
Todo sucedió muy rápido en el minibús de la empresa Linecar que cubre la ruta por diferentes pueblos hacia el mencionado instituto, y que incluye, entre otras poblaciones, La Granja, Torrecaballeros y Basardilla, pueblo del que proceden las dos niñas. En los aledaños de Trescasas, antes de llegar a la embotelladora de Bezoya -una zona con mucho movimiento de camiones dada la cercanía de esta importante firma- el minibús pierde misteriosamente dos ruedas traseras que parecen escaparse del vehículo. Por suerte, la pericia del chófer evita que pierda el control o que vuelque provocando una tragedia de esas que abren los informativos.

El padre de las niñas ha enviado un vídeo a esta redacción en el que se aprecia claramente la marca que sobre el asfalto dejó el bus -alguna de las llantas- antes de echarse a un lado y quitarse del medio de la vía, donde sí quedaron las dos ruedas durante unos instantes hasta que el propio conductor, con ayuda, las retiró para no causar peligro al tráfico. Por suerte, todo quedó en un enorme susto. Ese minibús suele transportar a unos 24 estudiantes de Secundaria y en el momento del percance eran alrededor de una veintena los menores que se llevaron el susto, 22 en concreto.
Una patrulla rural de la Guardia Civil se desplazó a la zona por si era necesaria su presencia pero no hubo que lamentar daños ni heridos. De hecho, a la Subdelegación del Gobierno de Segovia no le consta ningún informe o atestado. Por su parte, desde el IES Peñalara informan a este diario que ha remitido un escrito con lo sucedido a la Dirección Provincial de Educación, que es la responsable de los contratos con las empresas de transporte.
“Cuando recibí la llamada de mi hija no me lo podía creer, pensaba que era una broma. Por suerte, todo se ha quedado en un susto, pero podía haber sido una tragedia. Estuve hablando con el conductor y la verdad es que se le notaba muy asustado, es lógico por lo que podía haber pasado”, comenta el anónimo ciudadano, a quien le cuesta encontrar una explicación. “Es extraño, no pudo ser un reventón porque las ruedas están perfectamente, se salieron completamente. Menos mal que el conductor pudo detener el bus y apartarlo de la carretera, porque pudo ser una desgracia. Los padres estamos acostumbrados a retrasos, cambios, etc., con el transporte escolar, pero esto me parece demasiado y no debería haber pasado”, lamenta.
